14/12/2015

La música del fútbol

Habilidoso y veloz. Con la mano que se requiere para tocar en el momento justo o cambiar el ritmo. Preciso en su juego, que habla a través de sus piernas y de sus dedos. Apasionado, sobre todas las cosas. Así es Nicolás Trecco, que pasa de la guitarra a la pelota. Y mezcla sentimientos: música-fútbol, fútbol-música. Conocé su historia...

Nicolás, que comenzó a vincularse con el fútbol en el Club Atlético Ameghino, de la localidad homónima, supo armar valijas desde temprano, no sólo por su estadía de un año y medio en Huracán, cuando era adolescente, sino también porque en las puertas de su juventud, con 21 años, dejó su tierra natal para virar hacia Chile. En medio de sus inicios como profesional en su gran pasión, fue desarrollando el gusto y el talento por su otro amor. ¿Hace falta decirlo? La música.


Mutando su juego de volante a delantero, desequilibrando fruto de su velocidad envidiable, Trecco dejó Argentina para sumergirse en varios clubes trasandinos. Primero, Unión San Felipe. Más tarde, Cobreloa, donde vivió "el momento más importante de mi carrera, que fue cuando llegamos a la final frente a la Universidad de Chile que dirigía Sampaoli". Y luego, Universidad Católica y San Marcos de Arica fueron los clubes que ayudaron al atacante a forjar un olfato goleador interesante.


En medio de aviones, nuevas residencias, grupos de trabajo diferentes y en medio, sobre todo, de la incorporación de nuevos hábitos culturales, sobresalía un hobby particular: la música de Trecco comenzaba a escucharse y se ilustraba en CDS. "Fue una tirada de 500 discos que repartí entre amigos y familiares. Me encanta hacer canciones o tocar covers, y hasta empezaron a subir algunos videos míos", ahonda el protagonista. Pero mientras tanto, claro, seguía cumpliendo su principal objetivo, que era estar al lado de la número 5.


Así fue como regresó, de manera efímera, a tierra criolla, para jugar en Sacachispas. Pero el vértigo que imponía su vida lo llevó nuevamente a volar más allá... Liga de Portoviejo, de Ecuador, fue su siguiente destino. Quizá allí fue donde forjó el gusto por las baladas, por la música de perfecta simetría rítmica. Y fue allí donde su estadía tampoco duró. Otra vez al avión y otra vez a la Argentina. Como si un imán lo trajera de vuelta. ¿Siguiente parada? Tiro Federal de Bahía Blanca.


Breve último paso por Buenos Aires, indicó el inicio de su año número 27. El recorrido de Nicolás Trecco, quien todavía tiene un deseo intocable, "jugar en la Bombonera", escaló la cordillera nuevamente para mudarse a Unión San Felipe. Sí, como en 2011, y de la mano del presidente de la institución, que ya conoce sus virtudes, fue llamado a enfilarse en el plantel cuya casa está en Valparaíso. Su casa, en tanto, está repleta de costumbres... argentinas y chilenas. Repleta de música viva en su voz y expresada en su guitarra. Y hay un instrumento más. El más preciado. Con ése, aún tiene mucho mundo por conocer.

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