A 90 años del nacimiento de ‘Pierino’ González, ídolo de Boca Juniors

Publicado: 04/10/2019

Fue un malabarista con la pelota en los pies. Gambetas, frenos y piruetas aparecían siempre en el menú. Un jugador muy habilidoso, pero que por momentos era muy individualista, a punto de hacer fastidiar a los hinchas.

Pierino nació el 6 de octubre de 1929 en Berabevú, un pueblo santafecino. De chico, junto a su familia, se mudó a Mar del Plata, donde se crió y comenzó a jugar al fútbol. Vistiendo la camiseta de Kimberley, se destacó en un amistoso ante Racing y allí lo vio un emisario de Boca, club que lo contrató y con el paso del tiempo se convirtió en ídolo.

En Boca estuvo casi diez años. Disputó 196 partidos, convirtió 38 goles y obtuvo el torneo local de 1954. A pesar de que tuvo mala suerte por sus reiteradas lesiones, producto de las patadas que le daban sus rivales, se ganó el cariño de todos los hinchas del club a partir de su gran habilidad con la pelota. Por momentos lograba superar con mucha facilidad a los rivales en el campo del juego, a tal punto que parecía imposible frenarlo.

Su particular apodo se lo ganó por el niño prodigio italiano Pierino Gamba, quien había venido a Buenos Aires a dirigir la orquesta sinfónica del teatro Colón. En aquel momento, se le ocurrió a alguien comparar que González dirigía a la batuta como lo hacía el europeo.

En una oportunidad,  el reconocido periodista Dante Panzeri, por aquel entonces director de El Gráfico, propuso que la delantera completa de la Selección Argentina esté compuesta por cinco Herminio González.

Tras su destacado paso por Boca, tuvo breves pasos por Ferro y Huracán. Una vez retirado, dirigió Sportivo patria de Formosa en 1979.