Por Ricardo Petracca*
El título de esta nota nos remite inexorablemente, como un homenaje, al Dr. Mario Socolinsky, quien día a día desde la pantalla de televisión y durante muchísimos años, se dedicó a una de las tareas más loables desde el punto de vista médico: la educación para la salud y la medicina preventiva en la infancia. Muchas mamás deben a este entrañable y mediático profesional el haber aprendido a vivir la primera infancia de sus hijos con menos angustia, y gracias a ello, muchos chicos han disfruado más de esta etapa de sus vidas.
Consciente de la importancia de la formación en valores y la educación integral que se puede brindar a través del deporte, durante los últimos 30 años la Comisión de Fútbol Infantil de AFA se empeñó en insistir sobre la importancia de los exámenes de aptitud deportiva como paso indispensable del cuidado de la salud y el bienestar de los chicos. Por eso mismo, en mi carácter de Vicepresidente 1ro de la Comisión de Fútbol Infantil de la Asociación del Fútbol Argentino, quiero realzar el trabajo infatigable de esta comisión, que ha crecido a través de todos estos años. Los resultados están a la vista: 7.000 chicos todos los fines de semana del año disfrutan jugando al fútbol, y hay espacio para todos. Para que esto sea posible, la comisión en pleno dedica las horas que sean necesarias para cumplir con la meta: la felicidad de los chicos corriendo detrás de una pelota. Estos hombres anónimos son la base en la que se sostiene nuestra política de puertas abiertas para todos los niños.
Es así que a lo largo de este período de tiempo manejamos distintas variantes y diagramamos varias metodologías junto con el Departamento Médico de la AFA y su Director Médico, el Dr. Rafael Revoredo –que desde siempre está ligado a la Comisión de Fútbol Infantil-, hasta lograr un examen médico que no sólo sirva para evaluar el estado de salud de los jugadores sino también para contar con una invalorable base de datos estadísticos sobre distintos parámetros médicos en salud, indispensables para el conocimiento médico sobre el particular grupo etario que se evalúa anualmente. Y ahí quiero resaltar la permanente predisposición del Doctor Carlos Seidler, Director Médico del Centro Médico Mepryl, que le quita horas a su descanso para ofrecérselas a todos los chicos.
Se han organizado jornadas, congresos y se han hecho presentaciones en foros médicos nacionales e internacionales, volviéndose una fuente de consulta de referencia desde distintos puntos del país y del mundo.
A nivel doméstico, el trabajo realizado con los delegados de las instituciones fue intenso, logrando vencer la resistencia inicial.
Hoy nadie duda de la importancia de estos exámenes. El ágil manejo de la información por Internet y hasta en línea, a través e consultas a la base de datos con un simple mensaje de texto, permite a los delegados controlar exhaustivamente la condición médica de sus jugadores y, a la vez, verificar que su oponente también cumple con la normativa, evitando denuncias frente al tribunal de disciplina.
Durante el año 2014 se obtuvieron tres datos relevantes sobre los exámenes de aptitud:
1) Fue el año con mayor número de jugadores examinados (6400).
2) Fue el año con mayor porcentaje de exámenes complementarios para obtener la aptitud definitiva.
3) Fue el año con menor número de jugadores inhabilitados por causas médicas.
Esto se debe fundamentalmente a que la metodología de confección de las listas de buena fe (basándose en la información médica del año anterior) fue efectiva; a que los delegados han cumplido cabalmente con su función notificando a los técnicos de las novedades que les fueron informadas a través de Internet, y al trabajo de concientización sobre los padres, llevado a cabo por el prestador acerca de la importancia de obtener el resultado de los estudios como principales responsables de la salud de sus hijos. Esto último se vio facilitado por el sistema de consultas a la base de datos a través de mensaje de texto desde cualquier celular.
En cuanto a las patologías detectadas, poco han variado desde las que habitualmente se detectan: soplos cardíacos con o sin malformación congénita; trastornos de conducción en los electrocardiogramas; hematurias o proteinurias, anemias y talasemias; bajo y sobrepeso; diabetes tipos I y II; Chagas; alteraciones ortopédicas, etc.
Ha llamado la atención el aumento porcentual de chicos con sobrepeso, presumiblemente por alguna modificación en su dieta base, reemplazando proteínas por hidratos de carbonos, algo que se estima de origen social. Los años de experiencia permiten ajustar y ser más tolerantes o más estrictos con los criterios de evaluación de algunas de ellas, siempre con el objeto de mejorar la salud de los chicos.
*(vicepresidente 1° de la Comisión de Fútbol Infantil)