Alejandro Gagliardi es el nombre top de la jornada 28 en la elite del fútbol argentino. ¿Por qué? Obvio, por una tarde de sábado brillante, y no por el sol radiante, sino por su eficacia frente al arco de Newell's. Es que el extremo -luego ahondaremos sobre su posición- conquistó cuatro veces la red rival, abatiendo cualquier esperanza leprosa desde el amanecer del partido. Sí, porque finalizado el primer tiempo ya había puesto 3-0 arriba a Nueva Chicago. Y para cerrar noventa minutos inolvidables selló el 5-0, sumándose al festejo de Sainz en el complemento.

Cuatro goles, pues, que dejaron al crack hecho un toro que ya ostenta 10 tantos en el campeonato, convirtiéndose en el máximo artillero del equipo de Mataderos. Pero este récord goleador no se halla solamente en la calidad de Gagliardi, sino que también sienta sus bases en la visión de Rubén Forestello, su entrenador. ¿La explicación? El Yagui hizo al cordobés subir metros en la cancha, ya que abandonó su posición natural de mediocampista por afuera y pasó a la delantera. ¿Cuándo? En la jornada 21, coronando su debut arriba con el grito del triunfo ante Crucero del Norte. Luego, siete goles más acompañaron la fiereza del delantero top de Chicago, demostrando, con creces, que el DT acertó.

Ahora bien, tamaña hazaña por parte de Gagliardi trae inevitables postales gloriosas que dejó este torneo. La primera, en la quinta fecha, cuando Lucas Melano rompió cuatro veces la red de Godoy Cruz y delineó la victoria 5-1 de Lanús. La segunda, la de otro Torito, Fernando Cavenaghi, que también dejó un póker goleador en el capítulo 17 del certamen: figura indiscutida del 5-1 de River sobre Atlético de Rafaela.

Estos últimos dos ya dejaron sus equipos y militan en el fútbol extranjero. El que incentivó esta nota, en tanto, aún tiene chances de seguir escribiendo la historia a dos fechas del cierre de campaña. Chicago tiene ganas de salvarse, y en Gagliardi encuentra su carta ganadora. ¡Chapeau!