16/11/2016

El grito del 10, el grito del pueblo

El hombre de la cinta. El jugador de fútbol. El astro de la pelota. Tres adjetivos para tres apariciones fantásticas del capitán Messi en San Juan. En otra de esas noches que se recordarán por siempre, Leo participó en cada uno de los tres tantos de la Selección.



El primero fue todo de su autoría. Provocó la falta de frente al arco de Ospina y, segundos después, ejecutó con precisión. ¡La clavó en el ángulo! Y salió gritando con la boca llena de gol. En la segunda conquista nacional, le puso el balón en la cabeza a Pratto, que le cambió el palo al portero para aumentar la ventaja en el marcador. 



Después de descansar, entretiempo mediante, siguió intentando. Hasta que en el cierre del juego, apuró a un defensor colombiano, le robó la pelota y se fue derecho al gol. Pero como buen compañero, asistió a Di María para que Angelito le ponga el moño a un triunfo necesario para Argentina. Fue la noche del 10. ¿Queda alguna duda?

 

Su gol, por la factura, por el significado, resultó el símbolo de la noche en San Juan. ¿Cómo lo gritaron los jugadores? ¿Cómo lo gritó la gente? ¿Cómo lo gritaste? Desde tu ángulo, desde la mirada del otro espectador, desde la de todos. Gritos y más gritos. ¡Volvámoslo a gritar!

 

 

 

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