“Antes de lo futbolístico, siempre pongo por delante al gran grupo humano que formamos en aquella delegación comandada por José Pékerman. La verdad que fue impresionante porque estuvimos un mes encerrados en el predio, estábamos muy concentrados. A nivel personal, fue una de las cosas más importantes que me han pasado”. Javier Saviola suelta palabra tras palabra con gran orgullo. A 24 años del Mundial Sub 20 obtenido en nuestro país, el “Conejo” recuerda, en exclusiva con la web de AFA, cada detalle de aquel importante título.
-¿Cómo jugaba aquel equipo que terminó coronando?
-Recuerdo que fuimos de menor a mayor, con el juego y con el incentivo de la gente. Los primeros partidos estábamos encontrándonos y, con el paso del tiempo, nos fuimos convirtiendo en una Selección tremendamente admirada por su juego, por su fútbol, por lo que desplegamos. Se fue transformando en algo especial, el objetivo lo teníamos bien en claro.
-¿Por qué creés que se logró esa evolución del equipo?
-Teníamos un equipazo pero, además, fue uno de los grupos más importantes con los que estuve a lo largo de toda mi carrera. Fue un poco eso lo que hizo que después lográramos el objetivo. La gente del staff estaba siempre encima nuestro, procurando que no nos faltara absolutamente nada y, en cierta forma, también nos educaban. No es fácil llevar a tantos jugadores con tanta disciplina y tanto respeto.
-¿Qué recordás del público, que llenó todas las canchas para alentarlos?
- La gente también fue de menor a mayor. Al principio sólo estaba la mitad de la cancha llena, y a medida que fueron pasando los encuentros y el equipo se mostraba fuerte ante los rivales, se fueron llenando las tribunas. Mirábamos para los costados y nos encontrábamos con familias enteras, algo que es difícil de ver, más con chicos pequeños. Nos sentíamos orgullosos por eso. Al final era para volverse loco, la gente que nos acompañaba fue impresionante.
-En lo personal, ¿qué significó para vos aquel título?
-Los Juegos Olímpicos y el mundial Sub 20 me marcaron para toda la vida. Nosotros éramos muy chicos, algunos habían debutado en primera, pero no teníamos un recorrido importante, ninguno había pisado Europa. Lo único que deseábamos era levantar la copa del mundo para nuestro país, para nuestra gente. Seguir un legado de formación de jugadores. Fue uno de los títulos más festejados y más lindos para mí.
-Y además te convertiste en el máximo goleador en la historia del torneo. ¿Te quedás con algún gol en particular?
-Haber salido goleador me llenó de orgullo. Sin dudas que se lo debo a mis compañeros. Yo levantaba la cabeza y tenía siempre tres o cuatro jugadores con una técnica y una visión de juego de mucha calidad. Si me tengo que quedar con un gol, elijo el de la final. Sabía que con 10 tantos todavía no había llegado al récord histórico, entonces el haber podido marcar en la final y además llegar a los 11 goles fue hermoso.
-¿Qué podés decir de Pékerman como técnico?
-Todos los que pasamos por la Sub 17 y la Sub 20 le debemos mucho a José. Llegamos al Mundial 2006 con una seguridad y una formación muy grande, a través de la humildad, del respeto y de todo lo que él nos inculcaba. Le tengo un gran aprecio, lo conozco desde los 15 años. Me ha ayudado mucho, me ha aconsejado y yo supe escucharlo. Siempre tuvo esa paz y ese temple para poder consolar a una persona. Éramos todos chicos, recién comenzábamos nuestras carreras, y él significó mucho para nosotros y para todo el fútbol argentino. Todo lo que ganó no es casualidad, es un grandísimo formador. Hay que saber llevar a chicos y adolescentes, no es fácil. Nos dejó una enseñanza que nos sirvió para toda nuestra carrera.
-¿Seguís en contacto con tus ex compañeros?
- Todavía tenemos un grupo de Whatsapp donde escribimos bastante, nos tenemos mucho cariño entre todos. Tratamos siempre de juntarnos de vez en cuando, de mantener el contacto y saber cómo están todos. Esa Selección fue increíble porque todos teníamos un comportamiento y una amistad muy grande. Por eso el recuerdo en cada aniversario es imborrable.