Los cuidados extremos que dispuso la Asociación del Fútbol Argentino, por orden de su Presidente Claudio Tapia y el cuerpo médico de la Selección Nacional, fueron ampliamente exitosos en el desarrollo de la competencia continental.
Cada detalle para poder llevar a cabo esta burbuja sin ningún contagio fue estudiado y puesto en marcha un mes y medio antes del arribo de los futbolistas del plantel. Todos los integrantes de la burbuja fueron testeados y puestos en aislamiento el 19 de mayo, diez días antes de la llegada del grueso de la plantilla. Una vez allí, todos durmieron en cuartos separados, comieron en diferentes franjas horarias y mantuvieron el mínimo contacto interno de mamera diaria. Cada salida al exterior para disputar los compromisos, también tuvo sus cuidados intensivos en el que cada persona utilizaba doble barbijo, lavado de manos frecuente y aislamiento en la habitación del hotel.
Tras cada salida del país, y también previo a cada partido, se realizaban los diferentes testeos para cumplir con el estricto protocolo sanitario dispuesto por las autoridades nacionales.
