Autor de tres goles en el torneo, uno de ellos en la victoria sobre Paraguay que terminó dando el oro a la Selección de Futsal en los Juegos Suramericanos realizados en Asunción. Tras la consagración en Paraguay hablamos con Kevin Arrieta, el jugador de Ferro que volvió a vestir la camiseta de Argentina para alzar el título en los Juegos ODESUR.
"En los últimos Juegos (Cochabamba 2018) habíamos estado Matías (Edelstein) y yo, habíamos ido con la ilusión de conseguir el objetivo, teníamos un gran equipo, pero no se logró. Matías me tuvo en cuenta para esta convocatoria y me sentí muy contento, porque hacía mucho tiempo que no vestía la celeste y blanca (NE. su último torneo fue la Liga Sudamericana Zona Sur 2019) y estaba muy tranquilo y con muchas ganas de afrontar este desafío, una medalla que la Selección nunca había logrado y ganarla era algo que realmente nos habíamos propuesto en el grupo".
Tras una sucesión de competencias como habían sido la Liga Evolución y la FINALISSIMA, a lo que se sumó la realización de la Copa Libertadores, Matías Lucuix recién pudo contar con el grupo de jugadores una semana antes de la competencia.
"Tuvimos muy poco tiempo de trabajo, Matías (Lucuix) tuvo el plantel encima de la competencia y ahora creo que quizás esa falta de tiempo hizo que nosotros nos exigiéramos el doble, que haber entrenado poco nos hizo fuertes en lo mental, porque sabíamos que teníamos que dar un poquito más de cada uno. Y estuvimos a la altura, el fixture era complicado, Panamá era complicado, pero lo sacamos adelante y el plantel se fue afianzando a medida que avanzábamos en el torneo".
El plantel se brindó al cien por ciento y, si se pudiera decir, más aún, el mismo Kevin arrastró una lesión durante la mayor parte de la competencia.
"Todos dimos lo máximo, yo, personalmente, afrontaba una lesión del día anterior al partido con Panamá, una molestia en el isquio. El técnico me dio su apoyo, me dio la confianza que necesitaba, me dijo que iba a ir de a poco, que con Panamá no iba a tener muchos minutos, que con Bolivia iba a recuperar para poder ir llevando de a poquito y no exigirme tanto. Con Bolivia pude jugar, sumé dos goles, eso me dio confianza para los partidos con Venezuela y con Colombia, donde me sentí realmente muy cómodo".
"Con Paraguay sabía que tenía que jugar, como sea, me exijo al máximo y más aún vistiendo la camiseta Argentina, antes del gol (el primero del partido fue suyo, de tiro libre) sentí la molestia y con el empate retomé confianza, seguí jugando y paré (atendido en el banco por el cuerpo médico) para volver los últimos dos minutos como arquero jugador. Los últimos minutos los jugué casi llorando, por el dolor y la emoción".
Durante el juego se pudo ver a Kevin abandonando la cancha en una pierna, poniendo en duda su continuidad en el partido, pero siempre se sobrepuso y fue el arquero-jugador en los últimos dos minutos de juego.
"Sabíamos qué rival nos iba a esperar, en todos los partidos fuimos nosotros los que propusimos el juego, nos esperaron en mitad de cancha, el partido era un ida y vuelta, por momentos un partido friccionado, y no me esperaba un final así".
Y con “un final así” se refiere, sin duda, al gol cuando al partido le quedaban apenas 3.5 segundos, ante una cancha llena festejando de antemano el título para el local.
"Si vos me das a elegir ganar entre dos a cero, dos a uno o ganar tres a uno, elegiría cómo finalmente ganamos, por el momento en el que estábamos, por cómo se dieron las cosas del partido, por cómo yo estuve sufriendo durante todo el partido del dolor me quedo con ese triunfo. Ganar de esa manera la verdad no me la imaginaba y fue algo hermoso, la victoria de esa manera y vivirlo todos jusntos fue un desahogo y quedará guardado por el resto de mi vida, creo que a para la selección escribimos una página linda en su historia y eso también es algo increíble".