Tenía 20 años cuando el Millonario alzó su última Copa Libertadores. Diecinueve años después, Marcelo Daniel Gallardo intentará dirigir la remake de aquella noche inolvidable de 1996, para instalarse definitivamente en el salón de la fama del Mundo River.
Hace casi dos décadas, el Muñeco transpiró la camiseta para conseguir el máximo certamen continental de clubes: ingresó unos minutos en lugar de Hernán Crespo, figura y autor de los dos goles con los que River venció al América de Cali. Esta vez le tocó sudar la camisa de entrenador (desde la tribuna, por sanción) para guiar a su equipo a la consagración esperada por 19 años.
Es el único hombre del club que logró ganar trofeos internacionales como futbolista y como director técnico: a la Libertadores de 1996 le sumó la Supercopa de 1997; como entrenador rompió una sequía de 17 años al obtener la Sudamericana de 2014. Y ahora, unos meses después, logró lo que ningún otro futbolista, que después de vistió de entrenador, había conseguido en la historia: ganar la Libertadores en esa doble función.
Con la medalla de campeón de América en el pecho, Gallardo hizo un balance del título: "Si hace un año atrás uno pensaba esto, era difícil. En base a trabajo y esfuerzo, los jugadores tienen el placer de estar en esta situación. Es una emoción enorme ganar la Copa después de 19 años". Y además, remarcó la importancia del plantel en esta nueva consagración. "Es un grupo que se entrena con mucha dedicación. No fue fácil el recorrido, pero la idea era lograr el título tan deseado".
El Muñeco, elegido el mejor entrenador de la edición 2015 de la Copa, se ganó para siempre un lugar en las páginas gloriosas del club de Nuñez.