Las risas se hacían cada vez más fuertes en el vestuario donde la Selección Femenina se preparaba para la foto formal. Mientras se peinaban e iban poniéndose la camiseta albiceleste, cada una soñaba con el debut ante Trinidad y Tobago. Pensaban en el momento en el que la pelota comenzara a rodar dando inicio a la ilusión de llegar bien alto en los Juegos Panamericanos de Canadá.
Una vez en la cancha, donde se sacaron la foto, las chicas comenzaron a buscar el lugar que más les gustaba, no sin antes seguir retocándose el look, arreglándose la ropa y retratando el momento con sus celulares. Cuando terminó la sesión de fotos grupales, llegó la hora de las individuales y, allí, las bromas para distraer a quienes estaban adelante de la lente fueron abundantes, mostrando el buen clima que rodea a la Selección Femenina a sólo tres días para viajar a Canadá.
Cuando todo finalizó, cada jugadora tuvo que abandonar el papel de modelo para volver a calzarse los botines y partir rumbo a la cancha de césped sintético para encarar una nueva práctica.