Entre el 17 de junio y el 8 de julio de 2001, Argentina fue el epicentro del fútbol juvenil. Por primera vez -y por ahora única- se desarrolló en nuestro país un Mundial Sub 20. Repartidos entre seis sedes (José Amalfitani, Coloso del Parque, Padre Ernesto Martearena, Chateau Carreras, Malvinas Argentinas y José María Minella), 24 selecciones disputaron el certamen que finalmente tuvo a la Albiceleste como ganadora. Con Javier Saviola (Balón de Oro), Andrés D'Alessandro (Balón de Plata), Maximiliano Rodríguez, Leandro Romagnoli y Leonardo Ponzio como figuras destacadas, los juveniles de Pékerman jugaron siete encuentros en un gran nivel (ganaron todos) y dieron la vuelta olímpica ante su público.
El debut en el certamen fue en el estadio de Vélez, donde Argentina disputó todos sus encuentros. Ante Finlandia, se quedó con el triunfo por 2-0, con goles de Maxi Rodríguez y D'Alessandro. En la segunda fecha comenzó perdiendo ante Egipto, con un gol a los cinco minutos de Mohamed El Yamany, pero con el correr de los minutos se acomodó en la cancha y fue arrollador: ganó 7-1. Aquella jornada, Saviola comenzó a demostrar toda su capacidad goleadora y convirtió tres tantos, mientras que los demás se los repartieron entre Coloccini, Romagnoli, Maxi Rodríguez y Amin, en contra. En la última fecha, a pesar de ya estar clasificados, Pékerman decidió darle continuidad a los titulares, que se lucieron con un 5-1 ante Jamaica.
Tras finalizar en la primera ubicación del Grupo A, en octavos de final estaba esperando China. En un encuentro muy parejo (tal vez el que más complicaciones le presentó durante el certamen), recién faltando diez minutos Argentina consiguió el 2-1, gracias a un gol de Alejandro Domínguez. El siguiente choque, ante Francia (uno de los candidatos a quedarse con el título), contó otra vez con un Saviola intratable: con tres tantos suyos, el conjunto nacional se quedó con la victoria por 3-1. En semifinales, nuevamente no hubo equivalencias y los juveniles de Pékerman se lucieron ante Paraguay, a quien derrotaron por 5-0.
La esperada final se disputó en un estadio Amalfitani colmado de público local. Ilusionados con ver a los chicos argentinos dar la vuelta olímpica en nuestro país, los hinchas dijeron presente en el estadio del barrio de Liniers. Y los juveniles, una vez más, no los decepcionaron. Con otra gran actuación, se quedaron con el triunfo por 3-0, con goles de Colotto, Saviola y Maxi Rodríguez y se consagraron campeones del mundo en la categoría.
Siete encuentros, siete victorias, 27 goles a favor y sólo cuatro en contra. Números contundentes para un equipo que quedó impreso en la memoria de todos los hinchas por el gran rendimiento que alcanzó durante el certamen.