Seguimos palpitando la previa de la quinta fecha de Eliminatorias, en la que Argentina visitará hoy a Chile. Y el foco se centra en los nombres propios de los rivales de Messi y compañía para este duelo en Santiago, que son, muchos de ellos, resonantes para el amante del fútbol criollo.
¿Cómo es esto? Poniendo la lupa en el líder intelectual del equipo trasandino, su entrenador Juan Antonio Pizzi, ya tenemos al primer hombre que bien conoce las costumbres albicelestes. Sí, porque nació en Santa Fe y comenzó su carrera como futbolista en Rosario Central. Luego, pasó por México (Toluca) y se desarrolló en España (Tenerife, Valencia y Barcelona), volviendo a la Argentina para jugar en River y otra vez en su querido Canalla, hasta que armó valijas para militar en el fútbol portugués (Porto). ¿Dónde colgó los botines? En el Villarreal, no sin antes despedirse del club que lo vio nacer. Pero ojo, porque hay un dato más que no puede pasar desapercibido: Pizzi fue internacional con la selección de España, donde jugó 22 cotejos y marcó 8 goles, siendo el del 20 de septiembre de 1995 contra Argentina.
¿Y como técnico? Arrancó en Colón, de su provincia natal, y estudió el juego peruano, chileno, español, mexicano y, lógico, también tuvo su paso por Central y San Lorenzo. El 2016, en tanto, lo encuentra dirigiendo a La Roja, próximo rival para el equipo del Tata Martino. Eso sí, su corazón tiene tintes celestes y blancos.
Claro que hay más caras conocidas, como las de Gary Medel y Alexis Sánchez. El primero vistió la azul y oro de Boca entre 2009 y 2010, jugando 46 encuentros y anotando 9 tantos. El segundo fue puliendo su técnica en el River de la temporada 2007/08, donde lanzó el grito sagrado cuatro veces, en 23 partidos.
Ahora bien, hay un caso similar al de Pizzi. En este caso, de un crack de su plantilla: Matías Fernández. Oriundo de Caballito, Buenos Aires, el mediocampista que actualmente milita en la Fiorentina cruzó la Cordillera de chico, para generar un estrecho vínculo con la camiseta roja.
Como no podía faltar, hay un nombre que se puede leer en las crónicas de los fines de semana. Se trata de Paulo Díaz, defensor central que trajo Pablo Guede a San Lorenzo para la campaña 2016. Y bien lo conoce, ya que lo preparó en Palestino. Sin dudas, su cara nos suena.