10/01/2016

Imparable

Con varios títulos en sus espaldas, Leo viajó a Chile para defender los colores del Seleccionado. Con el subcampeonato mundial todavía fresco en la memoria, Argentina se plantó como candidato al título continental. Y lo fue gracias, una vez más, a la ayuda de su capitán.

Después de superar la fase de grupos (con Paraguay y Uruguay en la zona), llegaron los penales contra Colombia. Ahí, el 10 no falló y festejó las atajadas de Romero para clasificar a las semifinales del torneo en el país trasandino. Sin dudas, el punto máximo de rendimiento fue en la siguiente etapa: otra vez Paraguay, con Ramón Díaz en el banco, apareció en el camino de Leo y la Selección. ¿Y qué hizo Messi para pasar el obstáculo? Los dejó atrás con fútbol y goles.

Fueron seis aquella tarde-noche fría de Concepción, con el destacado del cuarto gol: con pelota dominada, dejó parado a Víctor Cáceres, y a continuación pasó la marca de Pablo Aguilar, que sin querer se llevó puesto a un tercer futbolista paraguayo. ¿Conclusión? La jugada continuó y termminó en festejo de Di María.

Leo, en versión Albiceleste, dejó su marca en un año que lo tuvo entre los mejores del mundo.

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