Es noticia vieja y conocida, renombrada y esperada: este jueves se realizará la votación para conocer al Presidente que estará a cargo de la Asociación del Fútbol Argentino durante los próximos cuatro años. Y como en cada elección transcurrida, hay una urna en la que los asambleístas depositan sus sufragios. Pero en el caso de la casa madre del deporte predilecto de los argentinos, ese cofre, receptáculo, o como quieran llamarle, tiene una historia propia para contar. Una historia que enriquece más de 50 años.
Así es, en cada elección desarrollada en la AFA desde hace más de un decalustro estuvo presente la misma urna. La única y longeva. La que es gobernada por una simple llave que abre las ilusiones de cada candidato. La que permite el recuento de votos en la entidad que rige nuestro fútbol. El de todos los argentinos. La que está formada, hasta el último átomo, por un cuerpo de madera, material similar al que poseen los tradicionales pupitres de la Sala de Sesiones del tercer piso de Viamonte 1366. Y claro, porque de eso se trata: tradición. Aunque por un tiempo, dicha protagonista salió de escena para que los votos pasen a colocarse en un copón. Lo que se utilizaba en aquel momento era el Trofeo Federación de Foot-Ball de Chile, el cual fue donado el 12 de febrero de 1941 por el Audax Club Sportivo Italiano. En ese período fue cuando se aprovechó a reacondicionar la urna.
Entonces, no es para menos, la (ya famosa) urna se hará presente este jueves y copará, una vez más, el centro de la escena cuando cada elector se sumerja en el cuarto oscuro preparado en el Predio Julio Humberto Grondona.
Con ustedes, vida y obra de esta institución...