Existe una estrecha relación entre la cantidad de disparos efectuados y los goles convertidos. Esa relación, sin dudas, encuentra en la precisión su factor esencial. Y son pocos los jugadores, porque no es nada fácil, que logran convertir ese promedio en uno excepcional. Uno de ellos es Fabián Bordagaray, que, de momento, ha marcado 7 goles en el campeonato de Primera División (máximo anotador) y ha tirado al arco en 9 ocasiones. Sí, esta relación proyecta un 78% de efectividad para el romperredes de Defensa y Justicia.
Pero en un fútbol tan parejo como el argentino, nadie queda en completa soledad en una tabla estadística. ¿Cómo es eso? Alexis Castro, de Tigre, acumula un 60% de aciertos que vienen acompañados del grito sagrado, fruto de 3 tantos convertidos tras ejecutar 5 veces hacia los tres palos. Nicolás Stefanelli (Defensa y Justicia) completa el podio, porque, de sus 7 disparos, 4 tuvieron éxito (57%). Un escalón por debajo, Claudio Riaño (Unión) ofrece un 50% de efectividad. Luego: José Sand (Lanús), con 40%, Marcelo Larrondo (Rosario Central) y Santiago García (Godoy Cruz), con un 33% cada uno. Hasta aquí, la lista de los que tienen cinco o más goles, o cuyos porcentajes acumulados los posicionan en este privilegiado rubro.
¿Y si hablamos de la misma relación pero de acuerdo a los datos que entrega cada equipo? La deducción se hace sencilla al analizar los números de Bordagaray y Stefanelli, dos socios que convierten a Defensa y Justicia en el club que ostenta la marca top a la hora de medir la frecuencia goleadora: 30,5%, debido a 18 festejos en 59 intentos. Unión, en tanto, se ubica como escolta, con 10 gritos tras 53 acercamientos a la valla rival (19%). ¿El tercero? Racing, que anotó en 11 de las 60 ocasiones en las que probó (18%).