Los nueve goles de Giovanni Simeone en el Sudamericano Sub 20, a principios de año, lo pusieron en la vidriera más que nunca. Siempre promesa, ese raid demoledor catapultó al delantero, en ese entonces en River, al pedestal de pieza preciada en el mundo del fútbol. Y Banfield apareció en su vida. Y el hijo del Cholo respondió en grande. Vaya si respondió: lleva cinco conversiones en el Taladro, en apenas seis partidos. Hijo ‘e tigre…

El contraste con su pasado en impresionante: por torneos locales, en River había anotado sólo dos veces en 27 compromisos. También hizo dos goles en tres juegos internacionales y suma otros dos partidos por Copa Argentina. El porcentaje de efectividad no se corresponde con el mismo delantero que en la fecha pasada marcó el gol de la victoria de Banfield, ante Gimnasia (derechazo desde fuera del área). Gio Simeone se convirtió en uno de los futbolistas que meten miedo.

Para colmo, en los últimos tres encuentros convirtió cuatro goles, permitiendo que Banfield entrara en racha ganadora, con otras tantas victorias en forma consecutiva. El inicio de la seguidilla fue el doblete en el 4-1 a Arsenal (el primero, de cabeza; el otro empujando la bola de derecha), siguiendo con otro gol en el 2-1 a Godoy Cruz en Mendoza (golazo picando la bocha de derecha por arriba del arquero) y el único tanto del 1-0 al Lobo, en la jornada 21, la última disputada. “Son momentos”, diría Miguel Ángel Russo. Y el de Gio Simeone es temible.