El León necesitaba una victoria que le permitiera olvidar el tropiezo de la semana pasada ante Huracán. Y tuvo que trabajar mucho para lograrlo: recién a 11 minutos del final del partido encontró el gol que le permitió doblegar a Nueva Chicago. Fue un rugido demorado que resultó un verdadero desahogo para su gente.
Estudiantes siempre se mostró más ambicioso y presionó para abrir el marcador, pero se mostró impreciso en la definición y chocó con las buenas intervenciones del arquero rival. Cuando empezaba a perder la paciencia, un penal le permitió abrir el marcador: Diego Mendoza puso el 1-0 y le dio los tres puntos.
El equipo de Mataderos jugó más de un tiempo en inferioridad numérica: en la primera etapa, Sebastián Grazzini vio la tarjeta roja por pegar una patada desde atrás. El Torito resistió todo lo que pudo, pero volvió a irse con las manos vacías y es el único equipo que aún no pudo ganar en el campeonato.
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