Finalmente llegó el momento de cerrar un ciclo para empezar otro. Después de cuatro meses de arduo trabajo y cambios en el equipo, la Selección Femenina culminó la etapa de preparación para los Juegos Panamericanos. Ahora comienza el verdadero desafío, el de perseguir el sueño dorado. El anhelo por dar un paso más en el crecimiento del fútbol femenino en nuestro país se hace cada vez más grande, y saben que una buena actuación en Canadá será clave en este sueño de superación.
Pero no sólo la ilusión de llegar al podio en Toronto se hace presente, también estas 18 jugadoras quieren demostrar el gran crecimiento que lograron a través de cada práctica y sacrificio. El cambio es grande y ellas quieren ser quienes puedan plasmar todo lo aprendido con el Vasco Olarticoechea y su equipo en la cancha.
Para eso, este viernes por la mañana el plantel se entrenó por última vez en la semana en Ezeiza. Debido al mal clima, los planes para la práctica debieron cambiar dejando atrás los trabajos con pelota para ir al gimnasio del Complejo de Juveniles. Tras una charla con el cuerpo técnico, las jugadoras trabajaron tanto el tren superior como el inferior.
Luego del entrenamiento, la Selección Femenina almorzó y después, las chicas se fueron a sus casas con una sóla cosa en sus mentes: viajar y representar a la Celeste y Blanca en el torneo más importante del 2015. El lunes deberán presentarse a las 9 en Ezeiza donde ajustarán los últimos detalles y partirán rumbo a Canadá alrededor de las 15.