Entre triunfo y triunfo, entre ilusión y tensión, en las concentraciones y los traslados locales, un himno. Y un intérprete, que también regaba de sudor, botín con botín, el parquet durante el glorioso Mundial de Colombia. Constantino Vaporaki fue la primera guitarra del campeón. Lateral ofensivo de Boca Juniors, además de su despliegue y sus virtudes, Kiki ofició como combustible espiritual de la Selección. Su guitarra también ganó el Mundial. "Es una compañía espectacular, sobre todo cuando estoy solo, tranquilo, en casa. Me gusta tocar la guitarra. También estudié piano, pero no tengo ahora, lo mandé a Ushuaia", cuenta el fueguino, de 26 años. ¿Y la canción para musicalizar el histórico título? "Y... Traición a la mexicana, de La Zimbawe. Sonó mucho la verdad", descubre la gema de su repertorio.
-Venís de una familia súper futbolera, con tu hermano compartís equipo y Selección. Difícil que no terminaras con la pelota...
-Es una familia futbolera, mi viejo, el hermano de mi viejo, jugaron al fútbol. Vivimnos desde chicos la pasión. Jugando en casa, en la calle, en la plaza, después en el club, Los Andes, que fue fundado por mi padre... Hasta la adolescencia, el tiempo que estuve en Ushuaia, jugué mucho fútbol de salón. Después, a los 18, llegué a Boca, donde aprendí un montón de cosas. Luego estuve dos años en América del Sud, donde agarré lo que es el roce con los jugadores de Primera, y ahí empecé a despegar como jugador. Volví a Boca, empezaron las convocatorias a la Selección. Tuve la suerte de iniciar el proceso de Diego Giustozzi como entrenador de la Selección, empezaron a venir los títulos... Le debo todo a Diego, es mi padre deportivo. También tuve un paso por España. Hoy estoy en Boca y... soy reciente campeón del mundo.
-¿No te tentó la cancha de 11?
-Vine a probarme un par de veces de chico, tenía posibilidades de quedarme. pero la verdad es que era el más chico de mis hermanos, era más pegado con mi mamá, y ella me decía de que siguiera estudiando, que me quedara en Tierra del Fuego con ella. Calculo que me podría haber ido bien en cancha de 11, pero no le doy muchas vueltas al asunto. El futsal es el deporte que me apasiona.
-¿Y la música de dónde viene?
-Viene por parte de mi papá, que fue el que me convenció de ir al conservatorio, que practicara un instrumento musical. Y la verdad es que me enganché. No paré.
-¿Qué música es tu especialidad?
-Me gusta de todo: rock nacional o canciones conocidas con más ritmo de cumbia, como para divertirnos en los asados o en las juntadas.
¿Cantás o sólo tocás la guitarra?
-Canto, pero de caradura, ja. No tengo buena voz ni estudié canto, aunque tengo buen oído para dar con las notas. Me gustaría aprender a cantar.
¿Te ves en el futuro dedicándote a la música?
No, la verdad que no, pero uno nunca sabe. Lo hago para divertirme y nada más. Es mi hobby favorito.
-Volvamos al fútbol: llegaron a lo máximo, un título mundial. ¿Y ahora?
-Si bien llegamos a lo máximo, si no renovás objetivos, si no te planteás otras cosas, la carrera no tiene sentido. Ahora estamos con el objetivo de ganar la liga Argentina con Boca. Y más adelante la idea es seguir dejando a Argentina en lo más alto, protagonizar todos los torneos que juguemos para de a poco transformarnos en una potencia mundial.
Ya sabemos qué música va a sonar en este nuevo camino...