Un 15 de noviembre de 2011, hace cuatro años y monedas, una Argentina que venía golpeada por su derrota contra Venezuela, sumada a su empate frente a Bolivia, levantó cabeza en Barranquilla. Sí, pero no todo fue color de rosa, ni siquiera durante esos noventa minutos. Fatídicos los primeros 45', de hecho, que preocuparon al elenco comandado por Alejandro Sabella cuando sobre el epílogo de aquel primer tiempo apareció Darlon Pavón para sellar el 1-0. Silencio estampa sobre el césped albiceleste camino a los vestuarios. Y, seguramente, voces en alto en la intimidad de los vestidores para revitalizar el juego de cara a la segunda etapa.

Así fue, porque esa segunda etapa no fue simplemente un punto de inflexión en el partido, sino en el hilo general del desempeño argentino. Entonces, comandados por Messi, los guerreros de Sabella dieron vuelta el resultado con un grito del 10 y otro de su fiel socio, Sergio Agüero. ¿Cómo seguiría la historia para el Seleccionado Nacional tras ese 2-1 como visitante? Claro, terminando bien arriba en las Eliminatorias y llegando a la final del Mundial en Brasil 2014.

Hoy, la alegría se repite. Después de un inicio de Eliminatorias sin triunfos (empates ante Paraguay y Brasil, caída frente a Ecuador), la Selección volvió a celebrar en una ciudad que le sienta bien. En 1997, en el camino hacia el Mundial de Francia 1998, Argentina también había cantado victoria en Barranquilla. Que la ruta hacia Rusia luego del triunfazo en Colombia mantenga el nivel de sonrisas del transitado con Alejandro Sabella.