El cronograma de trabajo de la Selección Argentina de fútbol playa indica que el plantel atravesará esta tarde la sesión 29 de trabajo. Y ese número habla de la cantidad de entrenamientos realizados desde la asunción del cuerpo técnico encabezado por Francisco Petrasso. Detrás de la figura del entrenador, aparece la del preparador físico, Carlos Juárez, el Profe Charli, quien es el encargado de diagramar las jornadas junto al DT, su ayudante Fabián Hilt y el entrenador de arqueros, Marcelo Salgueiro. Con las Eliminatorias Sudamericanas a la vuelta de la esquina, Juárez es, entonces, voz autorizada para describir el proceso de preparación que tiene como objetivo volver a dejar a Argentina clasificada a un Mundial, como ha pasado en todas las Copas del Mundo que se disputaron: la Selección estuvo siempre. Y este año no quiere faltar en Bahamas. “Estamos muy conformes con el compromiso de los chicos: son amateurs y trabajan como profesionales, aceptando todo lo que les proponemos. Vimos progresos individuales muy grandes y eso repercute en lo colectivo”, afirma Juárez.
El antes y después de la Selección de fútbol playa tiene como mojón a la Copa América que se disputó en diciembre, en la que Argentina, por primera vez en un torneo, salió última. Antes, el cuerpo técnico había comenzado a trabajar el 8 de noviembre, “después de estar un año y medio fuera de fútbol playa”, según remarca Juárez. Y relata el proceso: “La Selección no se entrenaba desde junio y armamos una base de 20 jugadores con algunos chicos que conocíamos de nuestra experiencia anterior y otros nuevos que fuimos viendo. Sabíamos que teníamos cuatro semanas de preparación para la Copa América y por eso fuimos a ese torneo con un equipo mix, con gente de experiencia y chicos que nunca habían jugado en la arena. Con el objetivo claro de las Eliminatorias por delante, para la Copa realizamos entrenamientos más de calidad que de cantidad, con jugadores que se tuvieron que adaptar a la arena. Es cierto que el resultado fue muy adverso porque nunca habíamos sido últimos, pero con Pancho (Petrasso) creemos que fue un aprendizaje, nos sirvió para descubrir jugadores”.
-Una vez dado ese paso, quedó abocarse a la preparación rumbo a las Eliminatorias, ¿qué cambia para esa nueva instancia de entrenamiento?
-La clave fue apuntar a llegar a Paraguay con seis semanas de entrenamiento y es la que estamos transcurriendo ahora. Por eso, después de la Copa América les dimos descanso a los jugadores hasta Navidad y regresamos a los entrenamientos el 26 de diciembre, con la base que había viajado a Santos, más jugadores históricos. Ninguna Selección empezó a trabajar con tanta antelación... Las primeras tres semanas fueron con otra exigencia física, otra cantidad de trabajo, otros volúmenes: nunca había trabajado con tanto volumen en fútbol playa. Pero a esa altura ya teníamos un equipo más nivelado. En la cuarta semana llegó la otra competencia, los amistosos por la Copa Deportes Nación y ahí vimos a un plantel liviano, rápido, táctico, preparado para presionar en todo momento, algo que es fundamental en lo que pretende Pancho: en base a la constancia física, provocar el error del rival.
-A días del debut en Eliminatorias, ¿cuál es el balance de la preparación?
-La primera alegría es que en todo este tiempo no tuvimos lesionados. Trabajamos con chicos de 20 años y jugadores de 35, con diferentes preparaciones todos. Y llegamos bien a esta etapa, con rodaje, mejor preparados. Esperamos que en la cancha se pueda ver todo lo que han trabajado estos jugadores.
Fotos: gentileza Alejandro Salgado (prensa EMDER)