Otra goleada del Barcelona. Otra vez con Leo cómo protagonista. En el primer duelo contra el Valencia, por un lugar en la final de la Copa del Rey, el hombre de la corona fue Messi. Él, junto con Luis Suárez, que marcó cuatro tantos, fueron implacables para la defensa valenciana, que sufrió siete goles en contra.

Después del doblete del uruguayo, cayeron los gritos del 10 de la Selección. A los 29' de la primera etapa, Neymar tiró un taco, el 9 la dejó pasar y Messi, mano a mano con el portero, definió con la clase de siempre. En el arranque del segundo período (a los 58'), otra vez una combinación brasileña-argentina sirvió para que los catalanes aumentaran la brecha: lujo del 11 para Leo, que se sacó dos defensores de encima (los dejó por el piso) y sentenció a Ryan. El tercero llegó cuando restaban 15 minutos para el cierre. Una jugada sucia en la puerta del área le quedó servida al capitán de la Albiceleste, que metió un zapatazo fortísimo al primero palo. Fue un hat-trick al hilo, el número 34 vestido de blaugrana.

Con este triplete, Leo superó la barrera de los 500 goles en su carrera deportiva. Con el Barcelona logró 436, y si le sumamos los 49 con la Selección, más los 14 que anotó con la Sub 20 y el par de conquistas en Juegos Olímpicos, el número final es elocuente: 501 festejos.

El Barcelona sigue deslumbrando al mundo del fútbol. Es un gran equipo, con un poderío ofensivo único. Suárez y sus goles, Neymar y su gambeta endemoniada, le dan espacio a Messi, el animador. Porque el que lleva la 10 es el conductor de la fiesta.