Su construcción costó más de 350 millones de dólares y tiene capacidad para más de 72.000 espectadores. En 2002 abrió sus puertas para albergar el nacimiento de la franquicia más joven del Fútbol Americano, los Texans de Houston. Además, es un recinto muy utilizado para el soccer. Estados Unidos ha hecho como local por la Copa de Oro de la CONCACAF durante varias campañas.
En la edición centenaria de la Copa América, este recinto albergó ya dos encuentros: la victoria de Costa Rica ante Colombia (3-2) y el empate entre mexicanos y venezolanos, ambos por la fase de grupo. Ahora, será el turno de recibir uno de los partidos definitorios del certamen, algo que en este estadio ya sucedió con otras disciplinas: en 2004 fue sede del Super Bowl XXXVIII, la gran final de la NLF, y en 2011, todas las miradas del básquet universitario americano estuvieron puestas en el Final Four de la NCAA.
El 13 de septiembre de 2008, el huracán Ike se hizo presente en el estado de Texas, provocando grandes destrozos. Y el NRG Stadium no estuvo ajeno: cinco de las nueve secciones del techo retractable fueron levantadas por el ciclón tropical, cayendo una gran cantidad de escombros en el interior.
En lo estrictamente estructural, el recinto posee 197 suites de primer nivel, distribuidas en ocho niveles. Cuenta con cinco vestuarios, cuatro pantallas HD y la misma cantidad de proyectores. ¿Hay más? Son más de 1.500 los televisores distribuídos en la zona del público.
Después de superar a Venezuela en Boston, la Selección pisa una nueva sede en la Copa América. El NRG Stadium se viste de celeste y blanco para alentar a la Selección, que busca volver a ser finalista de América.