Detrás de cada partido, entrenamiento o receso hay un dolor. Esa molestia que no te deja seguir, aunque tu cuerpo lo pida, y te hace perder futuros encuentros. Ese dolor que está ahí y que sin unas manos mágicas que lo saquen, todo se vuelve más engorroso. Ahí es donde aparece la figura del kinesiólogo, ese actor secundario y silencioso que muchas veces se convierte en protagonista, pero del otro lado de la historia. Ese lado que sólo los jugadores y cuerpo técnico conocen, pero que hoy se va a hacer conocer.
“Arranqué en el año 2004, en Barracas Central. De ahí me fui a Argentinos Juniors donde estuve ocho años trabajando con el equipo de primera y, en el 2012, me fui porque estaba un poco agotado por los viajes y demás. Y hace un año que estoy acá en AFA y fue acá donde me volvió a picar el bichito del fútbol”, así es como Walter Insaurralde cuenta un poco su historia. Nacido en Paternal, el “Kine”, como lo llaman las jugadoras, tuvo un largo camino en el que el trabajo y la dedicación fueron sus pilares para poder llegar al lugar en el que está hoy.
Pero también, Walter conoce otra cara de las jugadoras: la personal. Donde cuentan sus sueños y miedos, donde se muestran tal cual son, sin la presión de lo que significa defender los colores de la Selección durante 90 minutos: “Creo que ese es uno de los lados más lindos de mi trabajo, o el que más me gusta, el vínculo que se genera con el paciente. Es algo muy importante y creo que es donde el kinesiólogo tiene que hacer mas hincapié. Ganarse la confianza del paciente, generar ese vínculo, demostrar el interés para que se recupere pronto y pueda jugar. Es algo que me gusta, en este caso, que vengan las chicas y se junten a tomar mate o charlen. Muchas veces se habla de todo menos de la lesión y eso hace que el viaje se haga mucho más ameno”.
Ahora una nueva experiencia se presenta ante él, el de un nuevo viaje donde Canadá es el destino, y los sueños de la medalla dorada son el motor que los impulsa a seguir adelante y así es cómo lo vive: “Para mi esta es una experiencia a nivel profesional importantísima. Si te hablo pura y exclusivamente personal, para mí como kinesiólogo me enriquece un montón y me agrega un plus a mi currículum, que es muy importante. A nivel grupal está bárbaro, las chicas son divinas conmigo y me hacen sentir uno más, la verdad es que no tengo nada para decir de ellas. Se formó un grupo muy lindo, son buenas y buenas compañeras, es muy fácil convivir con ellas”.
Por último, y a días del debut en los Juegos Panamericanos, Walter habla de cómo ve a la Selección desde afuera, un lugar que muchas veces es difícil de alcanzar: “Yo las veo la verdad muy bien, siento, y se ve, un gran cambio en ellas. Cuando empecé acá tenía una idea de que todo era muy amateur y la verdad es que me encontré con un trabajo muy serio donde a este cuerpo técnico no se le escapa ningún detalle. Las chicas ven eso y se sienten bien. Cada una en su roll se siente importante y eso hace que todo tome otro color más profesional”.