Antonio Roma y Silvio Marzolini dejaron una huella imborrable en Boca, de esas que perduran con el paso del tiempo. A pesar de jugar en distintas posiciones (uno arquero y el otro lateral izquierdo), sus carreras son muy similares. Ambos se iniciaron en Ferro, luego se convirtieron en leyendas en Boca, disputaron los mismos mundiales con la Selección Argentina y permanecieron juntos en el club de La Ribera hasta 1972, momento en el que dejaron el fútbol.
Tras llegar provenientes de Ferro, hicieron su debut ante Estudiantes de La Plata, un día como hoy pero de 1960. Allí comenzó un camino que duraría por los próximos doce años, ya que a pesar de que tuvieron distintas ofertas para emigrar, siempre eligieron permanecer en Boca, donde ganaron cinco torneos locales y una Copa Argentina.
Roma, además de ser recordado por sus grandes actuaciones debajo de los tres palos, quedó en la memoria de los hinchas por aquel histórico penal que le atajó al brasiñero Delem de River, el cual le permitió a Boca quedarse con el título local de 1962. Por su parte, Marzolini es recordado como uno de los mejores laterales por izquierda de la historia de nuestro fútbol, caracterizándose por su gran personalidad, criterio a la hora de manejar el balón y una férrea marca. Una vez retirado, dirigió al club en 1981, en el histórico Boca que se quedó con el Metropolitano de aquel año, que contaba entre sus filas Diego Armando Maradona. Además, en diciembre del 2015 se inauguró una estatua de su figura en el ‘Museo de la Pasión Boquense’.
En cuanto a la Selección Argentina, ambos disputaron el Mundial de Chile en 1962 y, cuatro años después, el de Inglaterra. Roma, además, fue campeón de la Copa América de 1957, llevada a cabo en Perú.