Agustina Barroso: "Francia 2019 fue el cambio y el reconocimiento, el año del click"

Publicado: 07/06/2020

Si hubiera que buscar dos palabras para describir a Agustina Barroso, convicción y trabajo estarían en los primeros lugares de la lista. Tras unos meses en UAI Urquiza, la defensora se unió al Palmeiras brasilero donde ya pudo festejar su primer gol: de cabeza, en el minuto 93 y frente a su clásico rival, el San Pablo. "Haber ganado ese último partido nos ayudó a posicionarnos mejor", asegura, demostrando que los objetivos deportivos siguen en la mira a pesar de la interrupción causada por la pandemia. "Entrenamos casi todos los días, a veces por Zoom. Es intenso pero me hace falta el contacto con la pelota. Estar viviendo acá cambió totalmente mi calidad de vida: la forma de comer y los tiempos de descanso. Realmente estoy feliz", sentencia Agustina, quien domina fluidamente el portugués y también comenzó a estudiar inglés durante la cuarentena.

Con esa conviccción que la caracteriza, la número 2 de la Albiceleste se plantó hace exactamente un año en el Parque de los Príncipes ante Japón. En el aniversario de ese primer punto conseguido en un Mundial Femenino FIFA, Agustina repasa el camino recorrido por la Selección.

- ¿Cómo viviste la previa al viaje?
- Me acuerdo que fue un mes muy cansador. De a pocos nos fuimos metiendo en un mundo al que no estábamos acostumbradas. ¡Tantos periodistas y tantas notas! Pero todo eso nos mostró lo que es el mundo de la élite. Se juntan varias cosas que te generan ansiedad. La llegada al hotel en París fue traumática: quería irme a descansar después de un montón de horas de viaje y me tocó ir al doping. Estuvo bueno ese cachetazo, fue una forma de decirnos que habíamos llegado a otro mundo.

- Cuando tu compañera de zaga, Aldana Cometti, entró al Parque de los Príncipes dijo que tenía una buena sensación. ¿Te pasó lo mismo?
- Lo primero que pensé fue el el estadio era más grande de lo que parecía en la televisión. Y creo que me pasó lo mismo que a ella, pero todo venía de los entrenamientos anteriores al partido con Japón. Habíamos tenido prácticas muy buenas, el equipo se había ensamblado y eso daba seguridad. Llegar al lugar donde iba a pasar todo me generó muchísima adrenalina. El grupo estaba con una energía muy buena.



- ¿Qué pensaste en el momento del himno? Se te veía muy conmovida.
- Se me vino a la cabeza la imagen de mis papás llevándome en bicicleta a entrenar. Todo lo que pasamos, todo lo que luchamos, las experiencias buenas y malas que me llevaron hasta ese momento. Sentí que necesitaba soltar eso que me genera el himno. Fue un momento de recompensa.

- Mirando el partido con Japón llama la atención el orden defensivo y la convicción para sostenerlo durante todo el partido. ¿Cómo lograron esa coordinación y ese convencimiento?
- Creo que entendimos que si alguna se salía del plan era muy probable que nos hicieran un gol.  Al principio del partido hubo una jugada que pasó muy cerca y ese susto nos hizo ver que no iba a ser igual que jugar una Copa América. La gira por Australia, en marzo, fue clave. Fuimos de menor a mayor y el partido con Nueva Zelanda nos sirvió para hacer un click a todas.



- Terminaste el partido con Japón con un golpe fuerte en el pie. ¿Alguna vez se te pasó por la cabeza no jugar los encuentros siguientes?
- No, le decía al kinesiólogo que me recuperara lo más rápido posible, pero tenía un edema óseo. Me acuerdo de su cara cuando me vio el pie. Encima era el derecho y justo en la parte que uso para impactar la pelota. La verdad es que no jugué cómoda, pero no es excusa: si te bancás el dolor, lo tenés que hacer desde el minuto cero hasta el 95. Cuando volví del Mundial tuve que parar dos semanas porque cualquier cosa que hacía con el pie me dolía.

- La remontada con Escocia dio lugar a una situación muy particular: generó mucha alegría en Argentina y en los hinchas que estaban en París, pero a ustedes les dejó un sabor amargo. ¿En algún momento pudiste cambiar esa tristeza por felicidad?
- Me costó. No volví a ver los partidos del Mundial todavía, pero seguro el de Escocia es el último que voy a mirar. Me cuesta creer que estuvimos tan cerca y me dan bronca los goles porque vienen de errores nuestros. Creo que lleva un tiempo para que eso deje de doler. Me da tranquilidad haber llegado al empate, saber que nos despedimos con la frente en alto. Eso te da paz en medio de la bronca.



- ¿Te sorprendió el recibimiento en Ezeiza?
- Si, ¡y más a esa hora! Había tanta gente. Creo que ese fue el momento clave para entender lo que habíamos hecho. Estoy acostumbrada a llegar a Argentina y ver a mis papás, nada más. Ese día no los podía encontrar. Fue muy lindo poder sentir ese apoyo que nos transmitieron durante la competencia, fue un abrazo después de un momento duro, porque queríamos pasar de fase.

- ¿Qué representa Francia 2019 en tu carrera en particular y en el fútbol femenino argentino en general?
- Francia 2019 fue el cambio y el reconocimiento. Sirvió para que más gente nos conociera. En general, fue el año del click: la profesionalización, el Mundial, los Panamericanos. A mí, en particular, me potenció muchísimo, me cambió la cabeza. Me generó dos situaciones: por un lado, lo viví como una recompensa por todo lo recorrido. Por el otro me sirvió para darme cuenta de que todo el esfuerzo aún no alcanza. Si queremos más, tenemos que hacer más. Fue una meta y un punto de partida a la vez.

- Cuando ganaste la medalla de plata en los Panamericanos dijiste que ahora ibas por la de oro. ¿Te pasa lo mismo con el Mundial? ¿Dan ganas de ir por más?
- Totalmente. Todo lo que hago, las 24 horas del día, es pensando en lo que quiero y en el objetivo con la Selección. Sé que es a largo plazo, pero si cada una hace su parte potencia al grupo. Espero que podamos ir al próximo Mundial, dar un paso más y avanzar de fase.



- Has contado que cuando eras chica mirabas mucho a Walter Samuel. ¿Qué te genera saber que hoy en día las más jóvenes las pueden tomar a ustedes como referentes?
- En un punto todavía no termino de caer. A mí me hubiese gustado decir "quiero ser como Aldana Cometti". Me cuesta decir que somos referentes pero al mismo tiempo entiendo que estoy dentro de un grupo que marcó historia. Así que lo tomo con alegría y con mucha responsabilidad.

- Por último, ¿extrañás juntarte con la Selección?
- ¡Si! El año pasado fue súper intenso, cada 15 días nos estábamos viendo. Habrá que esperar la reorganización del calendario por parte de FIFA y Conmebol. Estamos teniendo reuniones de análisis de video con la Selección y está bueno sentirse cerca de mis compañeras.