Pasaron 16 años para que la Selección Argentina lograra un nuevo título mundial. La primera conquista nació en Japón, en 1979, de la mano de un incipiente Diego Maradona, con los goles de Ramón Díaz y bajo la dirección técnica de César Luis Menotti. Esta vez, el comandante fue José Pekerman, que llevó al equipo hacia la cita ecuménica tras obtener la segunda posición en el Torneo Sudamericano de Bolivia 1995.
Este certamen exhibió la sabiduría del entrenador a la hora de realizar cambios justos y en el momento apropiado. Un sustento de lo antedicho se puede corroborar al recordar el duelo contra Holanda, en el que Pekerman le dio protagonismo a Andrés Garrone a diez minutos del final para que le devuelva la confianza a su mentor anotando, sobre la hora, el único tanto del partido. Ante España el cambio fue el de Guillermo Larrosa por Raúl Chaparro, que trajo consecuencias dos minutos más tarde en la gesta del tercer gol albiceleste. Esa precisión técnica también fue iluminada en la final ante Brasil: Francisco Guerrero saltó al terreno de juego a los 86 minutos y, pasados 180 segundos, afirmó la supremacía argentina al convertir el segundo tanto, el que selló el tan ansiado título mundial.
Argentina formó parte del Grupo C, en el cual concluyó en segunda posición con seis unidades, detrás de Portugal que obtuvo nueve. Su presentación fue ante Holanda, cosechando la primera victoria del torneo por 1-0. En su segundo compromiso cayó 1-0 ante el elenco luso. Y cerró la primera etapa con un nuevo triunfo, esta vez ante Honduras y por 4 a 2. En la segunda fase, se impuso en Cuartos ante Camerún (2-0) y en Semis le ganó a España (3-0).
Entre fútbol y contundencia llegó el día de la final. Fue el viernes 28 de abril de 1995 cuando el Seleccionado Nacional se paró frente a Brasil, su clásico rival. El elenco carioca llegaba a este duelo invicto, con cuatro victorias y una igualdad. Además, la historia lo acompañaba: en sus vitrinas ya tenía tres Copas Mundiales, dos subcampeonatos y dos terceros puestos. Argentina abrió el marcador a los 25 minutos del primer tiempo con una gran jugada colectiva que concluyó en la definición de Leonardo Biagini. A partir de ello, Brasil comenzó la búsqueda desesperada del tanto que la diera la igualdad pero no sólo nunca llegó, sino que, tras un ataque frustrado, la Albiceleste comenzó la contra y Francisco Guerrero selló la victoria anotando el segundo gol. Conquista asegurada.
CONTEXTO
Un año antes del laurel en Qatar, José Pekerman asumió el mandato en el Seleccionado Argentino Sub 20 dando comienzo a una historia de puro éxito. Tras la obtención del título mundial, el entrenador declaró: “Tenía la sensación de que este equipo era imbatible. Lo vi crecer muy rápido. Como conjunto, era muy creíble y respetado”. Este campeonato no sólo fue muy celebrado sino también recordado, ya que sentó las bases que propiciaron un sendero glorioso para nuestras Selecciones Juveniles. De la mano de José se cosecharon dos títulos mundiales más, Malasia 1997 y Argentina 2001, además de dos Torneos Sudamericanos, Chile 1997 y Argentina 1999.
