De un lado la experiencia, del otro la juventud; de fondo la Bombonera y también el Monumental. En ambos casos, en las sonrientes caras de Florencia Quiñones y Giuliana González se ve la pasión y el entusiasmo latentes a la espera del inicio de la final del Torneo Transición 2020 que enfrentará a los clásicos rivales.
Este martes, desde las 19.10, Boca y River buscarán sumar un nuevo título a sus vitrinas. "Estamos trabajando en algunos puntos claves del partido, pero siempre manteniendo nuestra esencia y haciendo hincapié en nuestro juego. Siempre es lindo jugar un Superclásico, más en instancias finales. En este caso es más especial aún ya que venimos de un torneo que no se pudo terminar y queremos concretar algo que todas deseábamos", asegura la capitana de Boca. Se suma González, uno de los jóvenes valores defensivos de River: "Estuvimos toda la semana entrenando a full, muy metidas, concentradas siempre. La vuelta a los entrenamientos después de la cuarentena por suerte fue a un buen nivel. Pensé que nos iba a costar un poco más pero nos pusimos las pilas durante el aislamiento y la vuelta nos encontró bastante bien".
El desempeño de ambos cuadros durante el Torneo Transición ha sido excepcional. El equipo dirigido por Christian Meloni no ha recibido goles en seis partidos, gracias al trabajo de las arqueras Laurina Oliveros y Dulce Tortolo, sumado al aporte de defensoras como Quiñones, Espíndola, Stabile o Cruz. Por su lado, el conjunto de Daniel Reyes concluyó la fase de grupos con un solo gol en contra (frente a Racing) y luego sufrió ante UAI Urquiza (empató 2-2 y pasó en los penales con gran labor de Chiribelo). "Nuestro punto fuerte pasa por la convicción que tenemos de nuestra idea, sabemos lo que tenemos que hacer en cada situación. Esa mentalidad y la experiencia nos caracterizan como equipo", reflexiona Quiñones. González piensa que sus fortalezas pasan más por lo táctico: "Nuestra presión y la presión tras pérdida son nuestros puntos fuertes".
No solo en el aspecto defensivo se asientan ambos equipos: las goleadoras del torneo, Carolina Birizamberri y Andrea Ojeda, estarán presentes en ambas áreas. Como buena defensora, González da su parecer acerca de las artilleras: "Para mí son jugadoras rápidas y hay que marcarlas siempre de cerca. Una compañera tiene que estar atenta por si la pelota se va larga, pero a jugadoras como ellas hay que tenerlas siempre cerca en la marca".
Jugar una final ante el clásico rival no es algo de todos los días y así lo siente Quiñones, quien explica el lugar que ocupa el club para ella: "Boca en mi vida es muy importante. Llegó la posibilidad de jugar acá en un momento complicado en lo personal y me ayudó muchísimo a superarlo: me volvió la ilusión de volver a competir".
Claro que ambos equipos ya tienen su premio: la participación en la próxima Copa Libertadores está asegurada para ellos. "Se nos tenía que dar, era a todo o nada contra la UAI para asegurarnos el ingreso a la Libertadores y ahora vamos por todo, por la gloria de ganar. Saber que vamos a jugar la Copa, encima acá en Argentina, me genera felicidad, alegría, de todo. Es lo más lindo. Se nos dio la chance de poder volver a clasificar a una copa internacional", resume, ilusionada, González.
Tanto Boca como River son equipos que combinan experiencia y juventud: "Siempre las más grandes nos alientan, nos apoyan y nos invitan a pelear el puesto. Hay buen compañerismo entre todas", cuenta la defensora millonaria.
"Siempre les digo que no es un camino fácil, que hay q luchar y seguir siempre para delante. Se fueron dando muchos cambios en la disciplina, pero aún quedan muchos y son ellas las que los van a poder disfrutar. Y algo muy importante: tienen que estudiar porque un día el fútbol se termina. Ademas también ayuda a la hora de tomar decisiones tanto dentro como fuera de la cancha: tener conocimientos te ayuda a poder decidir y a estar preparada ante cualquier situación que la vida te presente", cierra Florencia Quiñones.