“Los tiempos que corren son diferentes a los que vivimos nosotros en nuestra época como futbolistas. La sociedad es distinta, hay que adecuarse a todo y pienso que vamos por el buen camino. Me gusta el proyecto de la Selección”. Julio Ricardo Villa se acomoda amablemente en la oficina de prensa de la calle Viamonte para dialogar con el sitio oficial de la AFA. Habla desde la experiencia y el sentimiento por la camiseta celeste y blanca. Sabe de qué se trata, pero también entiende las necesidades de la actualidad.
“Desde afuera da toda la sensación de que se está apostando a un proyecto a largo plazo que, definitivamente, es lo que Argentina precisa. No necesitamos cambiar de técnico a cada rato porque esto confunde al hincha, al dirigente, al futbolista, a todos. Me gusta la idea de una continuidad con Scaloni a la cabeza, que es un entrenador joven. Tengo ilusiones porque el fútbol argentino siempre es candidato. Pero seamos pacientes, no esperemos resultados ya”. Villa es sensato con sus palabras y pide “paciencia”. Paciencia para continuar con un proyecto al que él también apuesta.
“Jugadores hay, lo único que se necesita para armar un equipo son ensayos y partidos. Si hay firmeza de los dirigentes, yo creo que se puede llevar a cabo este proyecto”. Y continúa por la misma línea: “En el fútbol es muy finito ganar y perder. Se puede perder. Pero si estamos construyendo algo, hay que sostenerlo. Me gusta que Menotti participe de todo esto porque tiene jerarquía para encontrar el camino. Cuando estoy futbolísticamente confundido, hablar con el Flaco me hace bien”.
Luego de haberse consagrado campeón del mundo en 1978, Julio Ricardo Villa rompió el mercado y, junto a Osvaldo Ardiles, fueron los primeros argentinos en jugar en la liga inglesa. “Para mí fue bastante complicado jugar en Inglaterra porque yo tenía una mentalidad bien sudamericana de correr poco y jugar mucho. Me tuve que adecuar. Hoy veo a Agüero en el City, a Messi en el Barcelona y a todo el resto de los chicos que están rindiendo tan bien en Europa y me encanta. Debemos ensamblar un equipo con todos ellos y las individualidades nos darán el salto de jerarquía”. Y cierra: “Los argentinos somos muy diversos para ver el fútbol, o la vida misma. El fútbol para mí sigue siendo el mismo, el fútbol bien jugado no envejece, la gambeta nunca va a pasar de moda. Está bien que copiemos algunas cosas de Europa, sobre todo en la parte física. Pero nunca debemos perder nuestra impronta”.