Victoria ante Brasil en el Mundial 90: una asistencia, un gol y un recuerdo eterno

Publicado: 13/07/2020

“Composición literaria en verso en que se cuentan las hazañas legendarias de personajes heroicos, que generalmente forman parte del origen de una estirpe o de un pueblo”. Esa es la definición de ‘epopeya’ si uno busca la palabra en el diccionario. Salvo la narración, el resto puede aplicar íntegramente a lo que fue el partido entre Argentina y Brasil en el Mundial 90. Un grupo de jugadores, héroes de camisetas celestes y blancas a bastones, que representaron un país, nuestro país, y que protagonizaron una proeza eterna en tierras italianas.

Un partido adverso, muy cuesta arriba. Donde todo costó, todo fue sufrido. Una jugada, una apilada. Diego Armando Maradona y Claudio Paul Caniggia. Un grito que aún retumba en Italia, Argentina y en todo el mundo.

El Estadio de los Alpes, en Turín, donde solían hacer de locales la Juventus y el Torino hasta su demolición, fue el escenario de uno de los partidos más recordados de Argentina en un Mundial. Y también, el clásico ante Brasil más evocado de la historia. Aquella jornada, un 24 de junio de 1990, el equipo dirigido por Carlos Bilardo sufrió durante la mayor parte del encuentro. Sin poder encontrar la pelota, solo logró mantener el cero en su arco a partir de las grandes atajadas de Sergio Goycochea –llamado a ser uno de los grandes héroes de esa Copa del Mundo- y los palos que jugaron a su favor. Hasta que todo cambió. A los 36 minutos del segundo tiempo, el genio frotó la lámpara. Diego Armando Maradona apareció, agarró la pelota unos pocos metros detrás de la mitad de cancha y comenzó una histórica apilada. Luego de dejar en el camino a tres brasileros, habilitó –cayéndose y de derecha- a Caniggia, quien tras eludir al arquero Claudio Taffarel, definió para el histórico tanto que le dio a la Argentina la clasificación a los cuartos de final. El vuelo eterno del Pájaro, que convirtió sin dudas uno de los goles más gritados de nuestra historia.

Tras la clasificación, la prestigiosa revista El Gráfico puso en su tapa de la edición 3690 una foto de Caniggia en pleno festejo, en un eterno abrazo con Burruchaga, Olarticoechea y Calderón. El titular, en amarillo, rezaba: “Eliminamos a Brasil poniendo lo que había que poner”. Clarito.

Contexto

La participación de Argentina en Italia 1990 no arrancó de la mejor manera. Actual defensor del título, tras coronarse en México cuatro años antes, comenzó su camino con una sorpresiva e inesperada derrota ante Camerún, por 1-0. Se recuperó con una victoria por 2-0 ante la Unión Soviética (Pedro Troglio y Jorge Burruchaga) e igualó en la última fecha 1-1 ante Rumania (Pedro Monzón). Con tres puntos (en aquel entonces se daba dos unidades por triunfo), se clasificó como el mejor tercero, motivo por el cual accedió a los octavos de final, donde estaba esperando el poderoso Brasil, que había finalizo el grupo C con puntaje ideal.