La imagen de las vitrinas no cuenta. O sí, depende de la óptica con que se las mire. Diego Giustozzi, entrenador de la Selección Argentina que esta noche, a las 21, ante Bolivia, comenzará a defender la corona en la Copa América, ante su gente, en San Juan, sabe del valor de los trofeos que reposan en su oficina del Coliseo de Futsal, en el predio de Ezeiza, pero, sin embargo, en mente tiene un solo objetivo: refrendar el campeonato conseguido en Portoviejo, Ecuador, en 2015, y demostrar por qué Argentina es la selección campeona del mundo desde el año pasado. "Este torneo es el ideal para ratificar lo que venimos haciendo. Es el torneo más importante para nosotros, más allá del Mundial, nuestro máximo hito", afirma el entrenador.
La expectativa es mucha, como siempre desde que Giustozzi se hizo cargo de la conducción de la Selección. Y él mismo aprieta el acelerador, impidiendo la relajación: "Los jugadores saben que no pueden perder el hambre. Si les pasa eso, no tienen nada que hacer acá. Esta camiseta implica el compromiso de dar el máximo siempre. Argentina sale a jugar en busca de ganar los torneos. Y después de haber obtenido el Mundial no podemos relajarnos porque es nuestra oportunidad para que el deporte dé un salto cualitativo no sólo a nivel profesional, sino también a nivel amateur, para que el futsal argentino siga progresando".
-Está bien trazar metas, pero a diferencia de la preparación antes del Mundial, ahora llegaron los jugadores de Europa recién el lunes...
-Sabíamos que iba a ser así. No es fácil, obviamente, porque además llegaron al país y un día después volaron de nuevo, sin siquiera haberse entrenado con el grupo. Pero son las reglas y no nos queda otra que seguir adelante, trabajando duro para superar ese tipo de inconvenientes. Sin embargo, espero que este torneo marque un precedente en muchas cosas, porque hay situaciones que a esta altura son inaceptables, como jugar semifinales y final los días martes y miércoles. Lo bueno es que este equipo tiene mucho tiempo de trabajo y los jugadores se conocen entre ellos, como también saben lo que pretendemos como cuerpo técnico.
La promesa de "dar todo", entonces, está hecha. Desde esta noche, Argentina, con el parche de Campeón del Mundo en el pecho, saltará al parquet buscando prolongar los éxitos de esta Generación Dorada.