Catamarca y juega

Publicado: 08/08/2015
Catamarca y juega

"Juego desde el jardín, bancándome todo lo que me decían de que las mujeres no deben jugar al fútbol, que es un deporte de hombres, que ensuciaba el guardapolvo... Pero yo me lo sacaba y seguía jugando”. Así comienza a contar Micaela Pihuala su historia que mezcla sueños, superación y logros. Oriunda de San Fernando, esta catamarqueña sufrió, en sus primeros pasos, la presión del “qué dirán” y decidió hacer su camino al andar: “Al ir creciendo empecé a dejar de lado un poco el fútbol, ya que, al ser mujer, te molesta escuchar las cosas que dicen sobre vos y cuesta un poco asimilar todo eso. Por eso llegué a dejar el fútbol durante tres años y empecé a jugar al hockey”.

Sin embargo, y como bien dice la leyenda china, nuestros destinos están unidos por un hilo rojo. El mismo puede estirarse, enredarse, pero nunca romperse y si algo está destinado a ser, va a ocurrir. Lo mismo le pasó a Micaela con la redonda, pudo alejarse por un tiempo pero su camino está ligado a la pelota y así lo cuenta: “Un día, la mamá de un ex compañero mío, Regina Coronel, me vino a buscar para empezar a entrenar con ella de nuevo. Si bien al principio le dije que no porque yo jugaba al hockey, las ganas fueron más y empecé a irme antes de las prácticas de hockey para ir a entrenar. Fue así como volví a jugar al fútbol”.

A partir de ese momento, en el cual la delantera de River Plate de Catamarca decidió seguir sus sueños, no paró de crecer profesionalmente y cumplir etapas. Quizá, la más importante fue la de compartir un viaje con la Selección Mayor femenina. Es que el conjunto albiceleste, dirigido por aquel entonces por Luis y Ezequiel Nicosia, viajó a Catamarca para realizar la adaptación antes de partir al Sudamericano 2014 en Ecuador. Allí, Micaela fue parte de la delegación y lo recuerda con un brillo especial en sus ojos: “El viaje con la Mayor fue lo mejor que me pudo haber pasado. Probarme en la Selección teniendo sólo 17 años fue algo hermoso y la verdad es que las chicas me trataron bárbaro. Era una Selección que estaba a punto de competir, y estar ahí fue lo más”.

Y hoy se le presenta una oportunidad única para ella: Micaela fue convocada por Eduardo Sánchez para integrar la Selección Sub 20 que actualmente se entrena en Ezeiza de cara al Sudamericano de la categoría. Cuando se le pregunta cuáles son sus sensaciones, contesta con seguridad: “El vestir la Celeste y Blanca es genial. Es el sueño de toda piba y venir y encontrar en el vestuario tu indumentaria es inexplicable. No es únicamente ponérsela, sino también pelear por ella”.