El día que la Selección Argentina de Futsal escribió la página más importante de su historia

Tras derrotar 5-4 a Rusia en la final, el equipo dirigido por Diego Giustozzi obtuvo la Copa Mundial de fútbol sala de la FIFA
Publicado: 30/06/2020

Aquella jornada, el conjunto nacional entró al Coliseo El Pueblo decidido a ir por todo. Era un pacto que se filtraba en cada mirada, en cada declaración, en cada silencio. Los jugadores estaban convencidos de jugar los siete partidos e ir por la máxima conquista de su historia: la Copa del Mundo.

Y, seguramente, en la cabeza de Diego Giustozzi, el objetivo estuvo trazado aún antes de empezar con el trabajo de preparación, el 8 de agosto de ese 2016. O ya estaba en su corazón en el momento en que asumió el cargo, por enero de 2014; o en su primera reunión con su plantel en Ezeiza, en febrero. Quizás ya encontraba el horizonte del plantel cuando comenzó el ciclo que lo llevó a ganar la Copa de las Naciones, en Brasil, y la Continental Cup n 2014, o la Copa América en 2015. 

O más aún, ya estaba en el ADN de esta Selección que tenía en su palmarés la Copa KL 2003 en Kuala Lumpur, la Copa América de Paraguay y la Eliminatoria Sudamericana en 2012. Esa tarde en Colombia, Nicolás Sarmiento, Damián Stazzone, Alamiro Vaporaki, Gerardo Battistoni, Maximiliano Rescia, Fernando Wilhelm, Leandro Cuzzolino, Santiago Basile, Cristian Borruto, Constantino Vaporaki, Alan Brandi, Matías Quevedo, Guido Mosenson y Pablo Taborda, junto a Matías Lucuix, Esteban Pizzi y Diego Giustozzi, estaban decididos a dejar su huella en la historia.

El equipo salió a disputar la final ante Rusia con la seguridad de quedarse con el Mundial, con el objetivo. Era tal la convicción de aquellos hombres que ni siquiera el gol de Eder Lima los sacó de foco. Argentina no sintió el golpe y, en la jugada siguiente, Alamiro Vaporaki logró el empate, ingresando por el segundo palo para conectar una pelota habilitada por Maximiliano Rescia.  Luego, Leandro Cuzzolino volcó la ventaja a favor, convirtiendo una sexta falta. El resultado estaba abierto y, al minuto del segundo tiempo, nuevamente Eder Lima igualó el partido, con una media vuelta en el área.

El partido volvió a estar como al inicio y allí el equipo hizo valer el temperamento que había mostrado a lo largo de todo el torneo: en dos minutos, con un doblete de Alan Brandi se puso en ventaja 4-2. El primero tras interpretar un remate al arco de Wilhelm, cambiándole el palo al arquero, y el segundo en una jugada colectiva con Pablo Taborda y Leandro Cuzzolino. Rusia estaba obligado a salir a buscar el gol y, en el recurso del arquero-jugador, Constantino Vaporaki aprovechó para convertir el 5-2. Iban 18 minutos, pero el resultado no estaba cerrado. A los 19 y 19.40, Lyskov y Lima convirtieron para Rusia, para un dramático 5-4. Sin embargo, Argentina aguantó el embate y, en la última jugada, estrelló una pelota en el travesaño, en lo que pudo haberse convertido en el sexto tanto.

El objetivo estaba cumplido. Argentina era campeón.
 


 

Contexto

Hasta aquel momento, Brasil (5) y España (2) eran los países que se habían repartido las siete ediciones del Mundial. En 2016, la Selección Argentina, además de enfrentarse con grandes potencias y demostrar estar a la altura, logró acabar con aquella hegemonía. Tanto Diego Giustozzi como Matías Lucuix expresaron en varias oportunidades: “Este grupo tiene todavía mucho por dar. No los relajó el título del mundo. Es una generación que todavía no tocó su techo”.