No hubo mascota oficial, ni spots publicitarios de las grandes marcas, ni merchandising. No tuvo ceremonia de apertura ni grandes shows que fueran parte del espectáculo. Sin embargo, lo que sí hubo fue una expectativa única. La primera experiencia de esta talla. El primer Mundial de fútbol de la historia se llevó a cabo en Uruguay, allá por 1930, donde las camisetas todavía no se comercializaban.
La mayoría de mangas largas y el arquero de boina. Una “pinta” diferente, propia de otra época. Años en los que ya se vivía el fútbol con pasión. Y eso demostraron los miles de hinchas que se acumulaban alrededor del campo de juego. Que estaban cerquita del verde césped y que, muchas veces, pasaban tanto los límites que obligaban a la seguridad policial a intervenir para que ningún simpatizante aparezca paseándose en pleno partido.
El 15 de julio de 1930, el estadio Parque Central fue el escenario del debut mundialista albiceleste. No había cambios ni tarjetas, por lo que aquellos que salían a la cancha no eran titulares, sino simplemente los hombres encargados de disputar el partido hasta el final.
Fue un encuentro, según cuentan, parejo, con varias intervenciones del arquero francés Alex Thépot, que parecía mantener su valla invicta hasta el final del juego. El cero no podía romperse hasta que, a los 36 minutos de la segunda parte, llegó la única emoción del partido, emoción que tuvo selló argentino: Luis Felipe Monti se hizo cargo de un tiro libre y mandó la pelota al fondo de la red.
Pero la historia no iba a terminar allí. Porque cuando parecía que el partido se moría, el árbitro brasileño Gilberto de Almeida Rego cometió un error garrafal y dio por terminado el choque ¡seis minutos antes de lo que debía! Una vez en el vestuario, se le notificó al juez lo sucedido y, aunque parezca mentira, los jugadores volvieron a salir al campo para completar lo que restaba. Finalmente el marcador no se movió y la Selección Argentina pudo conseguir una importante victoria en su debut mundialista.
Contexto
Si bien fue el debut de la Selección Argentina en el primer Mundial de la historia, su rival ya había realizado su presentación en el torneo organizado en Uruguay. Por el Grupo 1, el 13 de julio en Pocitos (dos días antes del encuentro ante Argentina), Francia había derrotado 4-1 a México. El delantero Lucient Laurent, trabajador de la empresa Peugeot, fue nada más y nada menos el autor del primer gol de la historia de los mundiales.
Luego de vencer a Francia, Argentina superó ampliamente a México (6-3), Chile (3-1) y Estados Unidos (6-1), y cayó en la final por 4-2 en manos del conjunto local.
