La Selección Argentina llegaba a Lima con ganas de hacer historia: tras su actuación mundialista, el objetivo era el podio. "Volver con una medalla" era la premisa que se escuchaba por aquellos días previos al viaje en el Predio de Ezeiza.
El debut albiceleste fue ante el local, Perú, con un marco considerable de público en el Estadio de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En una noche fría y con una llovizna intermitente, Mariana Larroquette sacó a relucir su capacidad goleadora: tres tantos para el triunfo por 3-0. La delantera se fue con una sonrisa y con la pelota bajo el brazo, anticipando lo que sería un gran torneo en lo personal.
No había tiempo para relajarse: la segunda fecha de la fase de grupos sería determinante. Panamá, que quería sacarse la espina del repechaje perdido, era el rival a vencer. En un encuentro muy reñido, que se jugó con pierna fuerte y dientes apretados, Argentina aprovechó su oportunidad. Cumplidos los 20 minutos del segundo parcial, un tiro libre ejecutado por Mariana Larroquette desde el vértice izquierdo del área grande se convirtió en el 1-0 que sentenciaría el resultado.
Con la clasificación en el bolsillo, Argentina ya se aseguraba la posibilidad de igualar su mejor resultado histórico en los Panamericanos: el cuarto puesto de Santo Domingo 2003. La fase de grupos finalizó con un empate sin goles ante Costa Rica.
Paraguay resultó ser el rival en la semifinal del certamen. El conjunto dirigido por Carlos Borrello pudo abrir rápido el marcador: a los 13 minutos, Larroquette anotó desde el punto penal. Seis minutos más tarde llegaría un disparo desde mitad de cancha de Aldana Cometti que, con la complicidad de la arquera rival, terminaría en el arco paraguayo. Yael Oviedo pondría cifras definitivas antes del entretiempo, sentenciando el 3-0.
Tres victorias, un empate, siete goles a favor y cero en contra: con esas cifras llegaba Argentina a la final ante Colombia. Catalina Usme rompió el invicto de Vanina Correa a los 33 minutos del primer tiempo, pero la Albiceleste reaccionó rápidamente. Menos de diez minutos después, Agustina Barroso Basualdo conectó un centro preciso para el empate. La defensora central marcaba su primer gol oficial con la camiseta argentina en una final. Si bien ambos equipos sumaron oportunidades para convertir, el marcador no se movió del 1-1 ni siquiera en el tiempo suplementario. La suerte no estuvo con Argentina en los penales, pero las 18 jugadoras cumplieron su sueño: volver al país con una medalla colgada en el pecho.
