Valores y prestigio: otra meta alcanzada

El Proyecto de Selecciones Nacionales presentado en 2017 potenció a las categorías menores de Argentina, que recuperaron su identidad y la fundamentan en los números: nueve títulos en dos años de competencia.
Publicado: 19/05/2020

El camino del éxito se forja con trabajo, y las bases de ese objetivo comenzaron a gestarse allá por junio de 2017, cuando el Presidente Claudio Tapia puso en marcha el plan para nuestras Selecciones Juveniles y le encargó la coordinación a Hermes Desio. Hoy, con más de dos años de proyecto, el área formativa transita un período de actividad diaria, preparación de primer nivel y, fruto de ello, títulos también. El prestigio de nuestras categorías menores, marca registrada en nuestro país, fue potenciado a través un proceso que abraza la parte futbolística, claro, y también hace mucho hincapié en lo humano. Los ya famosos valores inculcados a nuestros juveniles son fundamentales para pertenecer. Chicos y grandes fijan la misma premisa para generar un ambiente de compañerismo, disciplina y disfrute. Desde enero de este año, Bernardo Romeo es el encargado de coordinar y planificar la agenda de las Juveniles nacionales, y tiene a su cargo a un equipo laboral conformado por grandes colegas, con quienes compartió la vieja escuela, esa que trae recuerdos gloriosos de un pasado que guarda similitudes con el presente que se está delineando. Sí, hablamos de Pablo Aimar (DT de la Sub 17) y Diego Placente (DT de la Sub 15), ambos miembros también de la camada que se consagró en el Mundial Sub 20 de Malasia '97, quienes cuentan en sus filas con Adrián Gallará (AC Sub 17), Juan Ignacio Brown (AC Sub 15), Enrique Cesana (PF Sub 17 y 15), Darío Herrera (EA Sub 17 y 15) y Eduardo Giménez (videoanalista Sub 17 y 15), como parte del staff de las divisones menores. En la Sub 20 y la Sub 23, en tanto, Fernando Batista y su cuerpo técnico realizan una tarea puntillosa que también ha dado sus frutos. ¿Quiénes están a la cabeza? Batista junto a Damián Ayude (AC) y Esteban Solari (AC), Cristian Palandella (PF), Damián Albil (EA) y Nebio Merola (videoanalista). Lógicamente, el trabajo entre todas las categorías es organizado y sigue los lineamientos de la Selección Mayor, comandada por otro protagonista de aquella camada del '97, Lionel Scaloni.
 

Parte del cuerpo técnico de Selecciones Juveniles junto a César Luis Menotti, Director de Selecciones, y miembros del CT de la Mayor.


Las estadísticas son aliadas cuando hay un proyecto que las sustente. Es que en poco más de dos años de competencia nuestras Selecciones Juveniles volvieron a festejar, y lo hicieron con nueve trofeos. El primer eslabón de la cadena de éxitos fue construido por la camada 2002/2003, que en 2017 se consagró campeón del Sudamericano Sub 15 disputado en San Juan a base de respeto y un juego envidiable. Y esa filosofía fue la misma que utilizó la Sub 20 que en 2018 obtuvo el premio mayor en el torneo internacional de L'Alcúdia, celebrado anualmente en España, bajo el liderazago de Scaloni y Aimar. Ya en 2019, el productivo grupo conducido por este último, el de la Sub 17, volvió a triunfar en el Sudamericano de Perú, consiguiendo el pasaje al Mundial de la categoría un par de fechas antes del cierre del certamen, logro muy complejo para el fútbol juvenil del continente. Por su parte, la Sub 15, entrenada por Alejandro Saggese y Román Manassero en ese momento, consiguió la copa Vlatko Markovic disputada en Croacia, equipo que comenzaría a prepararse para el Sudamericano de fin de año, en el que alcanzó la final. Pero los jugadores nacidos en años impares no quedarían fuera de la planificación, porque, a sabiendas de que la formación de todas las categorías es fundamental para el desarrollo de las Juveniles, se armó una Sub 16 que compitió y ganó dos torneos: el Torneo de Desarrollo UEFA, jugado en Portugal, y el Torneo de Montaigú, celebrado en Francia. Sí, dos laureles se sumarían al palmarés. La Sub 17, en tanto, obtuvo el título en el Torneo Valentin Granatkin que se llevó a cabo en San Petersburgo, Rusia, para coronar un período enfocado en el crecimiento.
 

La Selección Sub 17 levanta el trofeo sudamericano.
 

La historia reciente de la Sub 20 del Bocha Batista generó esperanzas y protagonismo nuevamente, con el subcampeonato en el Sudamericano de Chile 2019 y la participación en el Mundial de Polonia. Ponderando los mismos valores, los más grandes también fueron felicitados, más allá de su juego, por su estampa de Selección. Se trata de una identidad que distingue al jugador de élite en el campo de juego, pero sobre todo fuera de él. En la misma dirección, la Sub 23 compitió, goleó y conquistó los Juegos Panamericanos disputados en Lima y el Preolímpico de Colombia, donde la presea dorada le valió el pase asegurado a los Juegos Olímpicos de Tokio, que lamentablemente fueron pospuestos debido a la pandemia de Covid-19.
 

La Sub 23 obtuvo el premio máximo en el Preolímpico de este año.
 

Entonces, en esta actualidad inédita que nos atraviesa, hacer una analogía que postule a nuestras Selecciones Juveniles como ejemplo de un futuro prometedor no es una fantasía. Porque la nueva era comenzó hace más de dos años y busca sostener en el tiempo la misma identidad. Con el trabajo mancomunado entre cada categoría como piedra angular del proyecto encabezado por el Presidente Claudio Fabián Tapia, la siembra de un terreno propicio para el éxito ya dio sus primeros frutos.