Un enfrentamiento. Una rivalidad histórica. Un clásico repleto de espectaculares partidos y extraordinarios futbolistas.
Con el correr del tiempo, el encuentro entre Argentina y Brasil se convirtió en un tradicional enfrentamiento no solo a nivel sudamericano sino que mundial.
El puntapié inicial de la rivalidad se dio el 20 de septiembre de 1914, hace más de cien años, cuando se disputó el primer partido oficial entre Argentina y Brasil. El conjunto brasilero, que solo había jugado un encuentro a nivel selección reconocido por la FIFA, viajó a Buenos Aires para participar de la Copa Julio Roca en Buenos Aires. Sin embargo, el barco encargado de traer a los jugadores se demoró, por lo que el partido se terminó llevando a cabo el 20 pero solo fue un amistoso.
El encuentro, disputado en el estadio de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, finalizó con victoria argentina por 3-0. Carlos Izaguirre, en dos oportunidades, y Aquiles Molfino marcaron los tantos para el conjunto nacional.
Con todos los ojos del mundo puestos en la Primera Guerra Mundial, que había comenzado hacía menos de dos meses, Argentina y Brasil se midieron por primera vez en un amistoso que se desarrolló con alrededor de 18.000 espectadores en la cancha de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA) en Palermo, la mejor del país por aquellos años.
Así se alistaron los equipos:
Argentina: Carlos Muttoni (Independiente); Roberto González Escarrá (Porteño), Arturo Reparaz (Gimnasia y Esgrima BA); Mariano Aldea (Hispano Argentino), Aquiles Molfino (Gimnasia y Esgrima BA), Santiago Sayanes (Gimnasia y Esgrima BA); Juan José Lamas (Estudiantes LP), Roberto Leonardi (Estudiantes LP), Antonio Piaggio (Porteño), Carlos Fernando Izaguirre (Porteño) y Francisco Crespo (Tigre).
Brasil: Marcos Carneiro de Mendonça (Fluminense), Píndaro (Flamengo), Nery (Flamengo); Otávio Egídio (São Bento), Lagreca (São Bento), Pernambuco (Fluminense); Millon (Paulistano), Osvaldo Gomes (Fluminense ), Friedenreich (Ypiranga), Bartô (Fluminense) y Arnaldo (Paulistano).
Un duelo histórico. Unico. Que con el tiempo se ha convertido en uno de los enfrentamientos de selecciones clásicos más importante del mundo.