Promedio de 0.66%. Esa es la eficacia con la que terminó el campeonato de la Primera B, que contó con 42 jornadas durante toda la temporada. Alta efectividad para él
protagonista de esta historia. Una repleta de goles...
Hubo sólo cuatro equipos que no sufrieron su capacidad de convertir. Tristán Suárez, Morón, Deportivo Merlo y la UAI Urquiza quedaron inmunes a la epidemia goleadora de Jonathan Herrera. Una enfermedad que nació el año pasado, cuando también con la camiseta de Riestra, el punta finalizó el 2014 con la marca de ¡44 goles! Es que el top scorer del fútbol argentino estuvo imparable y fue pieza clave para los dos ascensos que logró el conjunto de Bajo Flores. En el primer semestre hizo 25 tantos en la Primera D y, a continuación, explotó en el estreno del Blanquinegro en la C al gritar 19 veces en la campaña que catapultó al equipo a la B.
"Es una satisfaccion enorme. Desde el inicio del campeonato me marcaron mi objetivo: ser el goleador de la categoria. Por suerte pude cumplirlo y estoy muy contento por ser el goleador del futbol argentino de los últimos 3 campeonatos", cuenta Jony, el rompe redes que explotó el año pasado con la camiseta de Riestra puesta.
El club está en pleno crecimiento. Después de un 2014 difícil de olvidar, gracias al doble ascenso de categoría, el goleador para la pelota y hace un balance del 2015: "Sabíamos que llegabamos a una categoria que tiene jugadores de trayectoria y experiencia. Nuestro objetivo fue mantenernos y pudimos lograrlo". Pero, cómo buen delantero goleador, no se quedó con las glorias pasadas y se puso a pensar en lo que será el futuro con el equipo de Bajo Flores. "Tenemos el 80% del plantel que viene jugando junto desde la D. Sufrimos muchas lesiones, pero pudimos mantenernos e intentaremos seguir creciendo en lo que viene".
Según cuenta la leyenda, muchos asocian el comienzo de su racha anotadora al poder del Papa. ¿Será así, Jonathan? "Cuando Diego Maradona jugó el partido por la paz en Roma, la comitiva que viajo con él me trajo una medallita bendecida por Francisco". ¡Qué apoyo, Herrera! Pero, además, dejó en claro que la ayuda divina fue el espaldarazo que necesitó para empezar a anotar. Y no parar, claro. "El año pasado estuvo casi 10 partidos sin convertir. Pero desde ese día que me puse la medalla, no sólo volví a hacer goles, sino que hasta metí de a 3 o 4 goles en un mismo partido". Amén.