Un sinfín de talentosos jugadores surgidos de las Inferiores de Argentinos Juniors hace que el club sea denominado, con orgullo para su comunidad, como el Semillero del mundo. Y la gesta de proveer a clubes de todo el mundo no sólo está reflejada en un listado recitado de memoria por cualquier hincha del Bicho, sino también en un museo. Y la síntesis de lo que significa para el club es su nombre: El Templo del Fútbol. Como dijo Claudio Borghi hace poco tiempo (“no puedo creer que de una manzanita de Buenos Aires hayan salido tantos buenos jugadores”), el espíritu del museo respeta el estilo Argentinos y todos los objetos que se encuentran en ese espacio debajo de la platea alta de la calle Gavilán fueron donados por hinchas, por jugadores o por familiares de futbolistas que pasaron por la institución. Bien artesanal. En la recorrida que afa.com.ar realiza por los diferentes museos del fútbol argentino, te invitamos al de la Asociación Atlética Argentinos Juniors. Pasen y vean…
Inaugurado en 2009, El Templo del fútbol abre sus puertas los martes y jueves, de 10 a 16.30 horas, y los sábados de 10 a 13, además de los días de partido de Argentinos como local (hay paquetes turísticos que incluyen platea techada, con visita al museo, recorrida por los vestuarios e ingreso al campo de juego apenas finalizado un encuentro). Y en ese rol cumple una función social: alumnos de escuelas primarias y secundarias suelen llenar de vida las instalaciones del museo, al igual que niños de municipios del Gran Buenos Aires. Allí conocen la historia del club, plasmada en documentos audiovisuales y se deleitan con cada rincón en el que se ve alguna pertenencia de Diego Maradona, como también con los trofeos obtenidos por el club y hasta con la única camiseta que no perteneció a un jugador que pasara por el Bicho: una réplica de la casaca número 17 que Lionel Messi utilizó cuando debutó en la Selección Argentina Sub 20, el 29 de junio de 2004. ¿Dónde fue eso? Dónde si no: en la cancha de Argentinos, en el 8-0 de nuestro Seleccionado ante su par de Paraguay. “Los hinchas de Argentinos nos podemos jactar de algo que ningún otro club del mundo tiene como logro: en nuestra cancha debutaron Diego Maradona y Lionel Messi en la Selección, un lujo incomparable”, afirma Darío Vaccarini, directivo a cargo del museo. Merecido nombre, entonces, el de Templo del fútbol.
Con estos anzuelos, cualquier fanático del fútbol pica. Por eso suele verse tras los partidos de Argentinos a turistas de cualquier nacionalidad recorriendo las instalaciones del estadio Diego Maradona. Es más: el Templo del fútbol es uno de los atractivos en la Noche de los museos, jornada en la que todos los museos de la Ciudad de Buenos Aires están abiertos el público gratuitamente, con una marca que también es orgullo: con tres presencias consecutivas, es el museo que más incrementó la cantidad de visitas, a razón de mil personas más por año, y este año, el 31 de octubre, irá por la cuarta edición. Y no será una más: habrá homenaje al plantel que ganó la Copa Libertadores en 1985 y a todas las personas que aportaron alguna pertenencia al museo.
¿Cuáles son los aportes de los que hablamos? Desde el carnet de socio fundador de Francisco Demarco, cedido por su hijo, pasando por un daguerrotipo de 1907 con la formación de un equipo del club formado antes de un partido en el que utilizó camiseta con franjas verdes y blancas (colores que usó entre 1909 y 1918), hasta pelotas antiguas, botines de jugadores (Cristian Ledesma, el Lobo, fue el último aportante, donando los que usó el día del último ascenso). Entre otros aportes históricos se encuentra una camiseta que Maradona usó en los viejos Torneos Evita; el buzo con el que Mario Alles le contuvo el penal a Eduardo Delgado, clave para que Argentinos se quedara en Primera en 1981 y descendiera San Lorenzo por ese mano a mano; y otra perla, la más reciente: Enrique Vidallé donó el buzo con el que atajó cuando el Bicho le ganó la final de la Copa Libertadores a América de Cali.
Como dijo Borghi: muchísima historia en una pequeña manzana enclavada en el corazón de Buenos Aires. Más que recomendable visita para cualquier amante del fútbol.
La dirección de acceso al Templo del fútbol es Gavilán 2151. Para consultas, escribir a museo@argentinosjuniors.com.ar
Fotos: gentileza El Templo del Fútbol y Darío Vaccarini