Un clima de alegría y euforia envuelve a la provincia de Córdoba. ¿Por qué? Es que luego de luchar y pelear en el Federal A, Talleres logró alzarse con la copa y ascender a la B Nacional. “La llegada a Talleres fue uno de los más grandes desafíos de mi carrera profesional. Por eso el ascenso lo hemos vivido con mucho orgullo, fortaleza y convicción, armando primero un gran grupo humano y consolidando luego una excelente performance deportiva”, quien habla es Frank Kudelka quien quedará en la historia del conjunto cordobés.
Su fundación data del 12 de octubre de 1913 de la mano de Don Tomás Lawson, inglés quien vino a nuestro país con el sueño de desempeñar un cargo técnico en el club Ferrocarril Central Córdoba. Con un pasado futbolista en su Inglaterra natal, Lawson quiso probar suerte en los clubes Atletic Club y Juniors, pero sin demasiado éxito. Las limitaciones del idioma y desacuerdos con dirigentes de esa época lo llevaron a practicar fútbol en los talleres cordobeses. Allí conformó un equipo con jugadores ingleses y criollos que se afilió a la Liga Cordobesa de Fútbol.
Con un gran panorama en el horizonte, Don Tomás comenzó las primeras reuniones para crear Central Córdoba, club que luego cambiaría su nombre al conocido Talleres de Córdoba, con Lawson como presidente y delegado ante la Liga.
Con la institución conformada quedaba un paso más: los colores que llevaría. ¿Cuáles fueron? El azul y blanco en bastones intercalados fueron los colores definidos por el inglés Tomas Lawson, quien los eligió por el club Blackburn Rovers en donde jugó antes de partir rumbo a Argentina.
Por último llegó el momento de construir un lugar donde Talleres pudiera hacer de local y comenzar a dar sus primeros pasos con la redonda. Es así como el 11 de octubre de 1931 el estadio La Boutique de Barrio Jardín abrió sus puertas al público cordobés con un amistoso entre la T y Rampla Juniors de Uruguay. Dos meses después, más precisamente el 6 de diciembre, el Albiazul sellaría su primer partido oficial con un triunfo ante Instituto, uno de sus clásicos rivales, por 3 a 2.
Pasaron los años y aquel club que comenzó en una fábrica empezó a cosechar títulos, anécdotas y pasos por varias categorías del fútbol argentino. Desde 1969 hasta 1979, Talleres militó en los torneos Nacionales. Un año después, el conjunto cordobés saltó a la máxima categoría del fútbol hasta la temporada 1992/93. Tras su paso por Primera descendió a la B Nacional donde militó un año para, en 1994, volver a codearse con los más grandes de nuestro país. Entre las temporadas 1997/98 y 2003/04 cuando se despidió de la elite del fútbol con la promesa de volver a reencontrarse.
A partir de allí Talleres militó en la B Nacional y el Federal A hasta que, en este 2015, consiguió su tan ansiado sueño: volver a la segunda categoría del fútbol argentino. En un apasionante torneo con 30 victorias y una sola derrota, el conjunto dirigido por Frank Kudelka viajó a Formosa donde superó 1-0 a Sol de América en la gran final que lo llevó a una categoría que conoce muy bien.
Ahora un nuevo desafío se les presenta a los dirigidos por Kudelka, quien lo expresa en palabras: “El objetivo es consolidad el proyecto institucional con el convencimiento y la responsabilidad de llevar el fútbol profesional a la mayor prestación posible con una progresiva integración de los talentos del fútbol juvenil. Conocemos la exigencia, vamos a trabajar para afianzarnos y sabemos que en un club como Talleres no se puede renunciar a los sueños”. ¡Salud campéon!
Fotos: Prensa Talleres