Los pibes campeones mundiales Sub 20 en la lejana Malasia consagraban su figura y la del técnico, José Pekerman, a esa altura de la historia futbolera argentina bicampeón mundial en juveniles.
El Fútbol Argentino confirmaba el inicio de un idilio duradero y rendidor. Un romance de esos que nacen, se consolidan y el tiempo, por distintas circunstancias, apaga. Pero la memoria está intacta en el recordatorio de un sábado 5 de julio de 1997 en el Shah Alam Stadium, de Malasia, donde la Selección Argentina Sub 20 se colgaba la medalla del mejor.