La cuarta Copa América para la Selección Argentina llegó, una vez más, como local. Además del equipo nacional, participaron Paraguay, Uruguay y Perú (el formato del certamen fue un único grupo, todos contra todos). Luego de disputar los tres encuentros, la Albiceleste finalizó con puntaje idea y, ante su gente, celebró un nuevo título continental.
El 3 de noviembre, Argentina debutó en la competencia con un triunfo por 3-0 ante Perú, con tantos de Carlos Peucelle y dos de Adolfo Zumelzú. Una semana más tarde, en el Viejo Gasómetro de San Lorenzo, también se quedó con la victoria ante Paraguay, pero en esta oportunidad por 4-1 (Mario Evaristo, Roberto Cherro y Manuel Ferreira, en dos oportunidades, los goleadores de la jornada).
El encuentro final también se disputó en Boedo, a donde asistieron más de 70 mil personas. Aquella jornada, el partido fue ante Uruguay, y todos en el estadio hablaban de una revancha, ya que Argentina había perdido ante el mismo rival la final de los Juegos Olímpicos el año anterior. Sin embargo, en esta oportunidad, el conjunto nacional se hizo fuerte ante su público y consiguió una merecida victoria por 2-0. A los 14 minutos, Manuel Ferreira convirtió un recordado golazo: a quince metros del arco, tomó el balón y sacó un violento zurdazo, el cual fue imposible para el arquero Andrés Mazali. Más tarde, Mario Evaristo marcó el segundo tanto, el cual desató la euforia de los hinchas argentinos.
Tras el pitazo final del paraguayo Barbas, Argentina consiguió su cuarta conquista a nivel continental. Una vez más, invicta y redondeando un gran torneo: tres victorias, nueve tantos a favor y tan sólo uno en contra.