“La verdad es que no tengo palabras. Estamos hace 40 días encerrados, fuimos la única selección que no pudo ver a nadie, estábamos en una burbuja realmente solos, con el cuerpo técnico, staff, los que limpian, cocineros y dirigentes. Es un trabajo en conjunto de 70 personas que venimos por un sueño y lo dijimos desde el primer día: queremos jugar la final. Y qué mejor que jugar con Brasil en su cancha”. Las palabras de emoción luego del partido pertenecen a Emiliano Martínez, el gran héroe de la noche. El arquero de la Selección Argentina, quien fue recientemente papá y lo vivió desde la concentración del equipo, no pudo evitar romper en llanto luego de la victoria por penales ante Colombia.
El festejo del gol de Lautaro todavía estaba latente, pero él no se desconcentró y rápidamente debió responder en un mano a mano ante Cuadrado. A partir de esa jugada a los siete minutos de partido, Dibu demostró que estaría a la altura de las circunstancias.
Al arquero marplatense de 28 años no solo tuvo una buena actuación durante los 90 minutos, sino que además fue clave en la definición desde el punto del penal. Frío, concentrado en su trabajo y aplicando sus estrategias, Martínez logró desviar tres de los cinco penales que le ejecutaron.
Primero, Cuadrado le ganó la partida pero tuvo revancha frente a Davinson Sánchez. Luego le ahogó el grito a Yerry Mina. Borja fue el último que pudo festejar porque frente a Cardona, que estaba obligado a convertir, se estiró contra su palo izquierdo para hacer vibrar a todo un país en sus guantes.
"Tenemos un arquero que es un fenómeno. Todos lo conocemos bien y confiamos en él", declaró el capitán Lionel Messi post partido. Y Dibu lo confirmó: Argentina tuvo un gran héroe y ahora está en la final.