"La situación es preocupante, tenemos que respetarnos"

Javier Saviola contó como está viviendo este difícil momento en Andorra y repasó detalladamente su carrera en la Selección Argentina.
Publicado: 10/04/2020

Andorra es un pequeño principado independiente ubicado entre Francia y España en las montañas de los Pirineos. Tiene una población de 76 mil habitantes y es conocido, principalmente, por sus grandes complejos turísticos de esquí. Allí, hace tres años que está viviendo Javier Saviola, histórico delantero de nuestro fútbol, que supo brillar en clubes como River, Barcelona, Real Madrid, Benfica y, lógicamente, en la Selección Argentina. “La cuarentena nos agarró acá con mis dos hijos (Fabricio de cinco años y Julieta de seis) y mi esposa Romanela. Ya faltan unos poquitos días para cumplir un mes de asilamiento”, le explica el ‘Conejito’ al Sitio Oficial de la Asociación del Fútbol Argentino. “Si bien acá hubo bastantes casos para ser un país tan pequeño, hay mucha conciencia por parte de la gente. Todos están tomando muchas precauciones, que es lo más importante. El país está paralizado, han sido muy estrictos con eso. La situación es preocupante, tenemos que respetarnos. Lo más importante es tomar dimensión de lo que está sucediendo. La gente no sale de sus casas, solo lo hace para pasear al perro en cien metros o para ir al supermercado tomando las precauciones necesarias”.

- ¿Qué actividades hacés para llevar mejor la cuarentena?

- Paso mucho tiempo con los nenes, ayudándolos a hacer la tarea virtual que le mandan desde el colegio, aunque ahora por Pascuas están en un pausa de dos semanas. Nos divertimos con juegos de mesa, leo bastante, veo películas y series. También me sigo entrenando, justo antes que pase todo esto me habían traído a casa una máquina de remo, así que por la mañana estoy con eso. A la tarde, los profes del club en que estoy jugando ahora al futsal (Sideco FC Encamphacen) mandan ejercicios para hacer y con esas clases me mantengo activo.

- ¿Cómo comenzaste a jugar futsal?

- La verdad que arrancó todo un poco de casualidad. Cuando llegué a Andorra, un amigo que jugaba acá me planteó la posibilidad y ni lo pensé, al otro día firmé porque ya cerraba el libro de pases. Lo disfruto mucho, compito y además me tiene activo. Antes que pase todo esto faltaban cinco fechas para que termine el campeonato y estábamos primeros. El campeón tiene la posibilidad de jugar Champions, que es un premio importantísimo.

Javier también hizo el curso de entrenador y posee el UEFA Pro Licence (título de técnico otorgado por la UEFA). Durante esa época tuvo dos experiencias como parte de las prácticas que necesitaba para obtenerlo. “Junto con un amigo estuve cinco meses trabajando en las inferiores de la Selección de Andorra, con chicos que tenían diez y once años. Me sentí muy cómodo en la formación de los más jóvenes, es un tema que siempre me gustó. También trabajé en un club de acá que se llama Ordino”, cuenta el ‘Conejo’. “Igual, en este último tiempo estuve más dedicado a lo que es la comunicación, a comentar partidos. Me da la posibilidad de seguir cerca de la cancha, comentar y aportarle algún concepto a la gente. Por eso es que dejé un poco de lado lo de dirigir, pero en un futuro me encantaría, por algo hice el curso y me estuve preparando tanto”.

Desde sus inicios en River, Saviola se destacó por ser un delantero con el arco entre ceja y ceja. Durante toda su carrera sobresalió por su gran capacidad goleadora, y llevó sus gritos por las ligas más importantes del mundo. Y claro está, la Selección Argentina no fue la excepción. Con la Albiceleste disputó cuarenta partidos y convirtió once tantos. Jugó el Mundial de Alemania 2006, la Copa Confederaciones 2005 y la Copa América 2004. “Vestir la camiseta de la Selección fue lo más importante que me pasó. Siempre que estaba en mis clubes lo único que deseaba era ser convocado, por eso siempre me exigí y esforcé para eso. Estar en un Mundial, escuchar el himno y representar a todo un país es algo que no se puede describir con palabras”. Además, en 2004 obtuvo el oro olímpico en Atenas y, en 2001, salió campeón del Mundial Sub 20. En aquel certamen fue premiado como el mejor jugador y, con once goles, no solo finalizó como el máximo goleador sino que al día de hoy continúa siendo el futbolista que más conquistas consiguió en una misma edición. “Ese torneo es uno de los logros futbolísticos más importantes de mi vida. Éramos todos muy chicos, aunque es verdad que algunos ya habíamos debutado en Primera División pero no éramos reconocidos como lo fuimos después la mayoría. Una Selección soñada, con jugadores con mucha técnica que fueron figuras en sus equipos y en otros países. Jugamos un fútbol que la gente hasta el día de hoy nos lo recuerda. También lo que me llevé de esa experiencia fue la posibilidad de conocer a grandes personas. Estuvimos un mes prácticamente conviviendo en Ezeiza y jamás hubo un problema, siempre tratábamos de buscarle la vuelta para que las cosas funcionaran. Era un grupo muy ambicioso, desde el minuto cero sabíamos que teníamos un gran equipo para ser campeones de ese Mundial”, explica.

- ¿Cuál fue el partido de la Selección que más disfrutaste adentro de la cancha?

- Sin dudas que la victoria 6-0 ante Serbia y Montenegro en el Mundial 2006, ese día se dio todo: jugar una Copa del Mundo, ganar el encuentro y con tanta superioridad. Además hicimos ese gol tan mítico donde casi hubo treinta toques previos, que es para enmarcarlo y mirarlo un montón de veces. Sin dudas que en ese certamen estábamos para muchos más, para llegar a instancias finales. Ese quipo jugaba muy bien al fútbol, nos habíamos juntado dos generaciones, donde había gente joven y otros de mucha experiencia. Futbolistas de gran nivel que además estaban pasando un momento espectacular en sus clubes. Había unión y disfrutábamos de estar juntos. Un grupo muy lindo tanto en lo profesional como en lo futbolístico, estábamos para mucho más.

- ¿Y el gol que más gritaste

- Uno que grite como loco que fue el gol de Maxi (Rodríguez) contra México. Yo estaba en el banco, había jugado y salí en el segundo tiempo. Fue algo tremendo por cómo se dio el partido, el momento además por como fue el gol: la paró y la clavó en un ángulo. Ese tanto fue una locura, un gran desahogo todos los que estábamos ahí

Para cerrar, se animó a elegir a los tres mejores futbolistas con los que compartió equipo en la Selección: “¡Uh eso es muy complicado! Bueno Messi es el primero, lógico. Crespo también, con quien hice dupla de ataque durante mucho tiempo y después pongo a Aimar o a Riquelme. Igual es injusto porque dejo afuera a otros grandes futbolistas con los que compartí equipo, como por ejemplo al ´Ratón´ Ayala, que me dejó muchísimo. Es el capitán ideal para tenerlo en cualquier equipo por su profesionalidad, el respeto que imponía ante todos y por cómo nos defendía. Disfruté y aprendí mucho con él.