El 9 de marzo de 1931, en San Miguel, Buenos Aires, nació Rogelio Domínguez, uno de los mejores arqueros de la década del cincuenta de nuestro país. De brillantes reflejos, mucha presencia, gran física espectaculares atajadas, el Flaco se ganó un lugar importante en la historia de los clubes que supo defender.
Debutó en Primera División vistiendo los colores de Racing, equipo con el que ganó el título local de 1951. Ese mismo ganó los Juegos Panamericanos, donde atajó en tres encuentros. Con la Selección Argentina, en total, disputó 21 encuentros, ganó la Copa América de 1957 y participó en el Mundial de 1962.
Sus excelentes actuaciones hicieron que el poderoso Real Madrid lo incorpore a sus filas. Como arquero del histórico Madrid de Di Stéfano y Puskas, ganó dos Champions League y una Copa Intercontinental. “El físico de Domínguez era imponente y de portero moderno, rozaba el 1,90 de altura y con una constitución muy espigada. En la retina de los aficionados blancos están sus plásticas paradas, que aseguraron entre otros títulos tres Ligas y tres Copas de Europa”, explica el sitio oficial del equipo español.
Su exitosa carrera continuó en River, Vélez, Cerro (Uruguay), Nacional (Uruguay) y Flamengo (Brasil), club donde se retiró. Como técnico dirigió distintos clubes, entre los que se destacan San Lorenzo, Chacarita, Boca, Quilmes y Racing.