28/09/2015

Héroes con las manos y los pies

Roja, expulsión y un jugador menos (nada menos que el portero) para el conjunto de Atlético de Rafaela. La derrota lucía consumada para la Crema. Sin embargo, eso no impidió que Adrián Bastía se vistiera de héroe en la tarde de sábado. Es que el Polaco tuvo que calzarse los guantes y pararse bajo los tres palos ante la ausencia de Carlos De Giorgis. Y se transformó en noticia al ahogarle el grito sagrado a Claudio Riaño.

 

 

 

 

 
Situaciones como éstas son las que hacen al fútbol tan lindo e impredecible, sin embargo el mediocampista de Rafaela no fue el primer futbolista en ponerse los guantes y vestirse de héroe: por ejemplo, el 3 de septiembre de 2012, Agustín Pelletieri fue la figura indiscutible de Racing cuando, a los 44' del segundo tiempo, le atajó un penal a Gastón Caprari, jugador de San Martín de San Juan por el torneo local.

 

 

 


Ya en el plano internacional, el 18 de abril del mismo año, Diego Torres, delantero de Arsenal por aquel entonces, también brilló en los 12 pasos al ahogarle el grito de gol a Thiago Nieves, de Fluminense. Si bien el resultado no fue el esperado (el conjunto de Sarandí cayó 2-1) todos los hinchas recordarán la gran atajada de su jugador.

 

 

 

 

José Cárdenas fue otro que demostró ser todo un habilidoso a la hora de atajar. Fue en 1971, cuando el Chango defendía los colores de la Academia, que tuvo que ocupar el lugar de Rubén Guibaudo y defender a su equipo ante el remate de Ángel Landucci jugador de Rosario Central.

 

 

 

 

¿Otro caso? En 1984, Oscar López Turitich, de Platense, debió reemplazar a su compañero Puentedura, quien salió lesionado. Y logró contenerle el tiro a Fernando Morena de Boca, sellando el 2-2.

 

 

 

 

Así, Adrián Bastía escribió un nuevo párrafo curioso en nuestro fútbol. 

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