El comienzo de los mundiales FIFA
Antes de las luces y los flashes en el Parque de los Príncipes, antes de las 11 mil personas en la cancha de Arsenal, antes de las históricas transmisiones por TV Pública, antes de todo eso hubo un Mundial que marcó el comienzo. En el 2003, Argentina logró por primera vez la clasificación a la competencia más importante del planeta en un Sudamericano que comenzó en nuestras tierras y culminó en Lima, Perú. Casualidad o causalidad: la misma ciudad que años después vería a la Albiceleste ganar la primera medalla de su historia en los Juegos Panamericanos.
La historia de los mundiales femeninos organizados por FIFA es bastante reciente: el primer torneo ecuménico se organizó en 1991, año en el que también comenzó la actividad femenina bajo la égida de la Asociación del Fútbol Femenino. Sí, más de 60 años después de la Copa del Mundo Masculina de 1930 en Uruguay. Claro que antes de esa oficialización hubo certámenes de relevancia internacional como el famoso Mundial disputado en 1971 en México. Allí, en el mismo Estadio Azteca en el que años después Diego Maradona levantaría la ansiada Copa, Elba Selva inmortalizó su juego con cuatro goles ante Inglaterra. En honor a su actuación y al esfuerzo y sacrificio de todas las mujeres argentinas que jugaron o juegan al fútbol, desde el 2018 se celebra el Día de la Futbolista. ¿Cuándo? El 21 de agosto, el mismo día en que Elba y sus compañeras vencieron 4-1 a Inglaterra.
El Mundial Femenino de 1991 se disputó en China. Brasil fue el seleccionado que participó de la competencia en representación de CONMEBOL. La verdeamarelha se había adjudicado el título en la primera edición del Campeonato Sudamericano que tuvo lugar en Maringá y solamente contó con la participación de tres equipos: Chile, Venezuela y el local. De hecho, el primer amistoso internacional oficial del Seleccionado Argentino fue en 1993: en el Estadio Santa Laura de Santiago de Chile, la Albiceleste venció 3-2 al local, con goles de Liliana Baca, Gabriela Lacobellis y Silvia Meggers. Dos años después se disputó el Sudamericano de 1995: Argentina cosechó victorias ante Ecuador, Bolivia y Chile, clasificando a la final ante Brasil. Allí cayó por 2-0, perdiendo el único cupo mundialista que entregaba la competición. Una nueva oportunidad llegaría en el Sudamericano de 1998 que se jugó en Mar del Plata: Argentina clasificó en el primer lugar de su grupo, superó por penales a Perú en las semifinales y finalizó en el segundo puesto tras perder con Brasil. México fue el rival en el repechaje que se implementó ese año: hay registros fílmicos de esos partidos, que culminaron con un resultado global de 6-3 a favor de las mexicanas. Una vez más, Argentina quedaba a las puertas de la cita mundial.
La preparación para el desafío sudamericano
Y ahí es cuando empieza esta historia, aunque la relación de muchas de sus protagonistas con la Celeste y Blanca tiene larga data. Por caso, Carlos Borrello realizó su debut como entrenador albiceleste en ese repechaje frente a México. Mucho antes había llegado Marisa Gerez, capitana de la Selección mundialista del 2003: “Yo estuve desde que AFA armó el primer plantel. Viajamos a Chile a jugar un amistoso y yo era la más chica del grupo. Para mí era algo inimaginable: ni siquiera sabía que existía el fútbol femenino en los clubes más grandes. Jugar con la Selección era algo que una no imaginaba y así lo vivía: todo lo que viniera iba a ser lindo”. Karina Alvariza, Noelia López, Elizabeth Villanueva y Yanina Gaitán son algunos de los nombres que se repiten entre el equipo que jugó en el Estadio Amalfitani en 1998 y aquel que se preparó para afrontar una nueva oportunidad mundialista.
“Yo empecé a entrenar con la Selección en el año 2000. Soy de General Roca, Río Negro, y el entrenador me vio en uno de los amistosos que solía jugar la Albiceleste con distintos combinados del interior del país. En ese momento estaban intentando armar una preselección Sub 19 porque se iba a jugar el primer Mundial juvenil femenino. Viajaba 16 horas en micro (ojo, 16 de ida y 16 de vuelta) para entrenar martes, miércoles y jueves cada dos semanas. Todavía estaba en el secundario. Pero el Sudamericano finalmente no se jugó y Brasil viajó al torneo (por ranking estaba mejor que Argentina). Muchas de esas juveniles nos quedamos entrenando con la Mayor”, relata Valeria Cotelo, defensora que hoy entrena a jóvenes futbolistas en su ciudad natal. Gerez aporta que “en el 2000 hubo muchos amistosos, pero en el 2001 solamente tuvimos dos partidos” y Cotelo recuerda que el día del estallido social en Argentina “me subí al colectivo en Retiro, para volver a casa, y no me enteré de nada. Recién al otro día cuando llegué me contaron. Era el último entrenamiento del año y en 2002 íbamos a empezar con una pretemporada, pero hubo que esperar bastante para volver a juntarnos”. Como confirman las protagonistas, la preparación para el Sudamericano no comenzó de la mejor manera: el 2002 pasó con algunos entrenamientos, pero sin partidos.
Si bien hoy es habitual ver a las selecciones femeninas en el Predio de Ezeiza, a principios de los 2000 no era así. “Entrenábamos en el Cenard, primero tres veces por semana, un solo turno. Después se fueron agregando más días y también se sumó el doble turno, cuando se aproximaba la fecha del viaje. Hacíamos trabajos físicos por la mañana en el gimnasio y después tácticos en cancha por la tarde”, recuerda Yanina Gaitán, autora del primer gol mundialista argentino en la era FIFA.
El Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo ubicado en el barrio de Núñez fue el hogar de la Selección en la etapa previa al Sudamericano del 2003. Fabiana Vallejos, una de las más chiquitas de aquel plantel, recuerda que la cancha que usaban es la que hoy en día está cubierta por la pista de atletismo: “En ese momento también existía la pista pero era de tierra. La usábamos para hacer pasadas y para los entrenamientos de resistencia. Me acuerdo un día de mucha lluvia, que estábamos corriendo entre la línea del lateral y la pista, para no romper la cancha. Íbamos todas juntas tratando de seguir el tiempo que pedía el profe. En una de las pasadas me tropecé y empecé a trastabillar, intentando no caerme para evitar un choque en cadena y de repente siento que alguien me agarra la remera desde atrás, ayudando a sostenerme. Era Marisa Gerez, nuestra gran capitana”.
Romina Ferro y Vanina Correa eran los nombres propios del arco en ese plantel. “En lo particular, desde mi puesto, la preparación fue muy específica. Tuvimos un entrenamiento físico-técnico muy duro y contamos con la formación de un profesor de arqueras que trabajaba conjuntamente con el ayudante de campo”, relata Ferro, que se inició en Chicago y llegó a jugar en España, siendo una de las primeras futbolistas en emigrar al viejo continente. “En la Selección tuve la oportunidad de perfeccionarme, ya que era el único lugar donde se entrenaba específicamente”, aclara la dueña de la número 1 en aquel entonces.
Archivo personal de Romina Ferro
Salta: un inicio para disfrutar
Tras dos semanas de concentración en el CeNARD, y habiendo disputado amistosos ante combinados juveniles masculinos, el equipo comandado por Carlos Borrello partió hacia la ciudad de Salta. Por única vez desde que se juega el Sudamericano (ahora denominado Copa América), la CONMEBOL dividió las sedes de disputa: Argentina compartió el grupo C con Uruguay y Paraguay; en Loja, Ecuador, se jugó el grupo B entre Colombia, Venezuela y el local, mientras que el grupo A tuvo lugar en Lima, con la participación de Perú, Bolivia y Chile. ¿Y Brasil? Se dispuso su clasificación automática a la Fase Final.
20 jugadoras viajaron en abril del 2003 al norte. “Fue hermoso. La gente de Salta nos trató muy bien, nos acompañaba mucho en la cancha y también en el hotel nos trataron genial. Jugamos en el Estadio Padre Martearena y había bastante público, más teniendo en cuenta que mucha publicidad en ese momento no se hacía y tampoco existían las redes sociales”, cuenta Valeria Cotelo. Suma Marisol Medina: "Lo más lindo fue la gente, ver el interés que en Buenos Aires quizás no existía. Sentir el cariño, que nos pidan fotos, gomitas de pelo, canilleras y demás cosas para tenerlas de recuerdo, fue algo hermoso. Y haber ganado todos los partidos que jugamos fue algo único".
El 9 de abril, a las 21.30, Argentina salió a la cancha con Vanina Correa, Clarisa Huber, Nancy Díaz, Adela Medina, Marisa Gerez, Noelia López, Karina Alvariza, Natalia Gatti, Alejandra Jiménez, Rosana Gómez y Marisol Medina. Enfrente esperaba Paraguay, que aguantó su arco en cero hasta los 41 minutos del primer tiempo, cuando Jiménez abrió el marcador. Marisol Medina, quien sería la goleadora de aquel torneo, marcó en dos oportunidades para el 3-0 final.
Archivo Diario Olé - 14 de abril de 2003
Cuatro días más tarde, y ante 2.500 personas, Argentina se lució frente a Uruguay: un 8-0 contundente, con cuatro goles de Marisol Medina, dos de Karina Alvariza, uno de Alejandra Jiménez y el restante de Natalia Gatti. “Las chicas se divirtieron” tituló el diario Olé al día siguiente, junto a una foto de las jugadoras levantando sus brazos hacia la tribuna. “Desde que se inauguró el estadio Padre Martearena, ningún equipo marcó tanta superioridad ante su rival. Los ocho goles con los que ayer Argentina aplastó a Uruguay eximen al partido de cualquier análisis”, continuaba el relato en el diario. Si hay algo en lo que coinciden todos los recuerdos es que en ese plantel había muchas jugadoras “de buen pie”. “Era un equipo aguerrido, pero con mucha técnica. Sobresalía por la pasión y por el hambre de gloria que teníamos. Dentro del campo tratábamos de mantener el protagonismo porque había buenas jugadoras”, asegura Gaitán.
Tras haber dado los primeros pasos en Salta, llegaba el momento de viajar a Lima para enfrentar a Brasil, a Colombia y a Perú. Una oportunidad única las esperaba: a diferencia del último Sudamericano, habría dos plazas directas al Mundial. Pero, claro, el camino no iba a ser sencillo.
Fichas técnicas de la primera fase
9 de abril de 2003 21.30 - Grupo C - Estadio Padre Martearena de Salta
Argentina 3 - Paraguay 0 (1-0)
Argentina: 12.Vanina Correa; 2.Clarisa Huber, 3.Nancy Díaz, 19.Adela Medina, 5.Marisa Gerez, 6.Noelia López, 7.Karina Alvariza (73m 16.Analía Almeida), 8.Natalia Gatti, 9.Alejandra Jiménez (70m 20.Mariela Coronel), 10.Rosana Gómez y 11.Marisol Medina (89m 14.Fabiana Vallejos). No entraron: 1.Romina Ferro, 13.Alejandra Peralta, 15.Yanina Gaitán y 17.Valeria Cotelo. DT: Carlos Borrello.
Paraguay: 1.Mirta Blanco, 2.Nilda Fleitas, 3.Susana Martínez (87m 14.Sandra Rojas), 4.Ediberta Cabrera, 5.Nidia Benítez, 6.Teresita de Jesús Cuevas, 7.Jéssica Mendoza (66m 20.Nadia Rodas), 9.Rossana Román, 10.Miriam Giménez, 16.Irma Cuevas (57m 17.Cintia Vera) y 11.Francisca Agüero. DT: Eduardo Poletti.
Goles: 41m Alejandra Jiménez, 65m Marisol Medina y 72m Marisol Medina.
Amarillas: 21m Huber (A) y 35m Gatti (A).
13 de abril de 2003 16.30 - Grupo C - Estadio Padre Martearena de Salta
Argentina 8 - Uruguay 0
Argentina: 1.Romina Ferro; 2.Clarisa Huber, 3.Nancy Díaz (1m ST 14.Fabiana Vallejos), 17.Valeria Cotelo, 5.Marisa Gerez (9m ST 15.Yanina Gaitán), 6.Noelia López, 7.Karina Alvariza, 8.Natalia Gatti (1m ST 20.Mariela Coronel), 9.Alejandra Jiménez, 10.Rosana Gómez y 11.Marisol Medina. No entraron: 12.Vanina Correa, 13.Alejandra Peralta, 16.Analía Almeida y 19.Adela Medina.
Uruguay: 1.Mariela Giacosa; 9.Valeria Mazzoleni, 8.Stefanía Maggiolini (34m 20.Loreley Villarrubia), 19.Paola Tejera, 5.Mariana González, 3.Aida Camaño, 4.Laura Far, 6.Alejandra Laborda, 7.Gessika Lemos, 16.Rosana Soria (36m ST 13.Fabiana Penino) y 18.Jiménez Suárez (15m ST 10.Paola Medina). DT: Gonzalo Ribas.
Goles: 5m Alejandra Jiménez, 32m Natalia Gatti, 35m Karina Alvariza de penal, 46m Marisol Medina, 49m Marisol Medina, 51m Marisol Medina, 79m Karina Alvariza y 81m Marisol Medina.
Amarillas: 35m Laborda (U), 41m Gerez (A), 42m Gaitán (A) y 67m Mazzoleni (U).
Brazos en alto con la clasificación a la Fase Final en el bolsillo. Archivo Diario Olé - 2003.