Amadeo Carrizo, gloria de nuestro fútbol, falleció a los 93 años

La Asociación del Fútbol Argentino lamenta profundamente el fallecimiento del histórico arquero, gloria de nuestro fútbol que supo defender los colores de River Plate y la Selección Argentina.
Publicado: 20/03/2020

Amadeo es una verdadera leyenda del Fútbol Argentino. Desde que debutó en River, revolucionó el puesto de arquero y se diferenció del resto de sus colegas. Fue dueño de un estilo particular, que se caracterizaba por no quedarse debajo de los tres palos, ya que salía lejos del arco a anticipar y también jugaba mucho con los pies, algo atípico para su época.

Nació el 12 de junio de 1926 en Rufino, provincia de Santa Fe. Allí comenzó a jugar en un club de barrio llamado El Fortín, donde iba al arco pero también jugaba de delantero. “Yo era un arquero con cabeza de atacante, por eso me anticipaba a lo que iban a hacer los rivales. En mi época era impensable que un guardameta utilizara los recursos de cualquier jugador de campo: yo gambeteaba, anticipaba, sacaba rápido con el pie o con la mano para armar el ataque”, explicó alguna vez. En River ganó siete títulos locales y defendió sus colores durante 23 años ininterrumpidos. Además, en 1968, mantuvo 769 minutos su valla invicta, récord absoluto para el club hasta el momento, que hace poco tiempo fue batido por Franco Armani.

En la Selección Argentina disputó 19 encuentros. En el Mundial de Suecia 1958 le tocó ser parte de la dura eliminación ante Checoslovaquia, donde el conjunto nacional cayó 6-1 y fue duramente criticado, pero años después tuvo su merecida revancha. En 1964, fue una de las figuras del equipo que obtuvo la Copa de las Naciones, un cuadrangular ante las poderosas selecciones de Inglaterra, Portugal y Brasil. Allí, Argentina se quedó con el título y Amadeo no solo finalizó el certamen con la valla invicta, sino que en el último encuentro le detuvo un recordado penal al brasilero Gerson.

Sus últimos años como futbolista los vivió en Millonarios de Colombia, donde también, a partir de grandes actuaciones y de su humildad, se supo ganar el cariño de todos sus hinchas y el respeto de sus rivales.

Como parte de los diversos homenajes que recibió durante toda su vida, la IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol) lo reconoció como el mejor arquero de Sudamérica del siglo XX, un sector de la platea Belgrano baja del estadio Monumental lleva su nombre y, desde el 27 de diciembre de 2012, fue nombrado Presidente Honorario del Club Atlético River Plate.