El temperamento, la vocación futbolística y esas ganas de jugar a toda hora y en cualquier parte fueron la marca identitaria de un joven Ángel Correa que desde muy chico, en el barrio Las Flores, se sintió atraído por el fútbol. La superación sería otra característica fundamental de este futbolista que nació el 9 de marzo en la ciudad de Rosario, Santa Fe. Gambetear las adversidades es su principal virtud.
Siempre rememora que nunca tuvo un juguete, solo una pelota y nada más, pero del mismo modo, se encarga de recalcar lo importante que fue eso en su vida. Ya desde muy chico se veía su talento futbolístico, cuando su padre lo llevaba al baby del Club 6 de Mayo, Sagrado Corazón, Tiro Suizo y el Club Alianza Sport, quienes se disputaban al joven crack y advertían el futuro prometedor que le esperaba.
Jorge García, ex defensor de Rosario Central, River Plate, San Lorenzo y Unión de Santa Fe, fue quien le extendió una mano y lo llevó a probarse al Ciclón. Pasó la prueba y se quedó a vivir en la pensión del club. A partir de allí su vida giró alrededor de la institución de Boedo aprovechando cada posibilidad y cada momento para destacarse en las divisiones juveniles. A los 16 años, Jorge Bergoglio, quien años más tarde sería elegido Papa y adoptaría el nombre Francisco, le dio la comunión en la pensión del club.
Tras cosechar elogios y aplausos, debutó en el primer equipo el 31 de marzo de 2013 frente a Newell’s Old Boys y allí continúo con una carrera meteórica que lo llevaría a estar en la mira de los mejores equipos del mundo. En 2014, una revisión médica reveló la existencia de un tumor en uno de los ventrículos de su corazón y debió someterse a una operación de urgencia. Su emotiva reaparición sería en las Selecciones Juveniles para ganar el Sudamericano Sub 20 de Uruguay en el que anotó cuatro goles y fue elegido el mejor jugador del certamen. Un año más tarde fue convocado para formar parte del plantel que jugó la Copa del Mundo Sub 20 en Nueva Zelanda.
Tal fue la marca que le dejó su paso por la pensión del club que tras ganar la Copa América, una de sus primeras acciones en Buenos Aires fue ir a festejar con los chicos de la cantera del Ciclón que sueñan como lo hizo él.